La bacteria legionella es la causante de la enfermedad del legionario y de la fibre de Pontiac. Esta se trasmite a través de gotas procedentes de sistemas acuáticos de agua.
Los contagios fueron confirmados el miércoles 31 de agosto por el Ministerio de Salud de Argentina. Acá te contamos lo que sabemos de la enfermedad del legionario.
La ciudad de San Miguel de Tucumán, Argentina, está en estado de alerta por los nuevos registros de una enfermedad que, hasta hace poco, se desconocía su origen.
El 31 de agosto, el Ministerio de Salud argentino confirmó que seis personas de un centro de salud privado presentaron una neumonía bilateral, enfermedad que produjo la muerte de dos de ellas. Sin embargo, los expertos no lograron identificar su origen.
Todo cambió tres días después – el 3 de septiembre – cuando la titular de la cartera de salud, Carla Vizzotti, confirmó que los contagios fueron originados por una infección con la bacteria legionella.
Como te contamos en esta nota, la bacteria legionella se encuentra naturalmente en agua dulce, como lo son lagos o ríos. Pero también se puede multiplicar en sistemas de agua artificial, como sería el caso del aire acondicionado.
En los sistemas de agua artificial el virus es capaz de crecer y multiplicarse, lo que conlleva su dispersión a través de pequeñas gotas que pueden ser inhaladas por el ser humano.
Como consecuencia de la inhalación la persona contagiada puede presentar dos tipos de afección, la enfermedad del legionario o la fiebre de Pontiac. A continuación te contamos más detalles.
Lo que sabemos de la enfermedad del legionario y la fiebre de Pontiac
El contagio por bacteria legionella causa diferentes enfermedades, de acuerdo al tipo de virus con el cual se infecte una persona. A esta mirada general de la infección se le conoce como Legionelosis.
Aunque en los casos registrados en Argentina todavía no se confirma si efectivamente se trata de la enfermedad del legionario o la fiebre de Pontiac. La Organización Mundial de la Salud (OMS), determina que el contacto con legionella puede producir alguna de estas dos infecciones.
Por un lado, la enfermedad del legionario es la expresión más grave de la infección con legionella.
Fue descrita por primera vez en 1977, luego de detectarse un brote de neumonía grave – infección a los pulmones – en un centro de convenciones de Estados Unidos (1976).
Entre sus síntomas destacan los siguientes:
- Tos
- Dificultad para respirar
- Fiebre
- Dolores musculares
- Dolores de cabeza
- Diarrea (puede asociarse a la enfermedad)
- Nauseas (puede asociarse a la enfermedad)
- Confusión (puede asociarse a la enfermedad)
Estos a su vez, pueden presentarse entre dos a catorce días después de la exposición al virus. Aunque la enfermedad es grave, esta puede ser tratada por medio de antibióticos y tener una buena recuperación.
Sin embargo, en cierto tipo de personas la enfermedad del legionario puede pasar a mayores y causar la muerte.
Quienes presentan mayor riesgo ante la infección son:
- Personas de 50 años o mayores.
- Los fumadores o exfumadores.
- Personas con enfermedad pulmonar crónica (como enfermedad pulmonar obstructiva crónica o enfisema).
- Las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado o toman medicamentos que lo debilitan (como después de un trasplante de órgano o por quimioterapia).
- Personas que padecen cáncer.
- Las personas con enfermedades subyacentes (como diabetes, insuficiencia renal o insuficiencia hepática).
Por el otro lado, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, la fiebre de Pontiac es considerada como la representación más leve de la infección.
Entre sus síntomas más comunes se encuentra la fiebre y dolores musculares, los cuales pueden iniciar unas horas después de exposición hasta tres días pasada la misma.