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Ciencia y Salud

14 de enero de 2023

Humo de los incendios forestales: por qué debe importarnos cuando lo respiramos

humo de los incendios forestales

Enormes nubes de humo color gris han copado el cielo de Santiago durante los últimos días, hecho que ha provocado el cierre de colegios y suspensión de actividades deportivas debido al impacto en la salud de los ciudadanos.

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El humo de los incendios forestales, causado por los siniestros que afectan a la zona central, ha sido una constante las últimas semanas en la capital. Situación que ha repercutido en la vida diaria de los ciudadanos, por lo que acá te contamos por qué debe importarnos lo que respiramos.

La segunda semana de diciembre estuvo marcada por las altas temperaturas registradas, principalmente, en la zona central del país. De hecho, en esos días la Dirección Meteorológica de Chile anunció 36° para las comunas del centro Santiago, mientras que en las más alejadas, como Colina, los termómetros marcaron 38°C.

Como se ha visto en otros años, una de las consecuencias de las olas de calor son los incendios forestales, los cuales han sido una constante en el país desde que las temperaturas comenzaron a subir.

Es más, entre diciembre y comienzos de enero se registraron incendios en Tiltil, San Pedro, Lampa, Curacaví, Viña del Mar, entre otros puntos.

¿Por qué debe importarnos cuando respiramos humo de los incendios forestales?

Los siniestros tienen múltiples consecuencias, tanto para el medio ambiente como para las personas directamente afectados por ellos. Pero también, hay consecuencias para quienes viven más alejados del lugar de origen.

Se trata de los impactos que tiene el humo de los incendios forestales en la salud de la ciudadanía.

El humo producido por la quema de vegetación está compuesto por una mezcla de gases y partículas finas. De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), este contiene «dióxido de carbono, vapor de agua, monóxido de carbono, partículas, hidrocarburos y otros químicos orgánicos, óxidos de nitrógeno, y oligoelementos».

Pero dentro de todo, las partículas finas son las más perjudiciales para la salud, debido a que tienen la capacidad para entrar al sistema respiratorio y provocar enfermedades. 

Así también opina el médico broncopulmonar de la UC Christus, Pablo Brockmann, quien señaló a Mala Espina que las consecuencias del humo en las personas son diversas.

«Desde irritación ocular, faringitis, bronquitis, neumonitis química, infección e inflamación de la tráquea y muchas otras dolencias cutáneas y óseas. Siendo los síntomas respiratorios los más importantes».

Estas afecciones pueden provocar síntomas como «tos, irritación de ojos, acumulación de flemas o secreciones, disnéa, e incluso ataques de asma o alergia», aclaró el médico.

Asismismo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la exposición al humo puede «lastimar los ojos, irritar el aparato respiratorio y agravar las enfermedades cardiacas y pulmonares crónicas».

Entre los síntomas característicos se encuentran:

  • Tos
  • Dificultad para respirar normalmente
  • Ardor en los ojos
  • Irritación en la garganta
  • Moqueo
  • Irritación de los senos paranasales
  • Sibilancias y dificultad para respirar
  • Dolor de pecho
  • Dolores de cabeza
  • Ataques de asma
  • Cansancio
  • Latidos cardiacos acelerados

¿A quiénes afecta más el humo?

Aunque todas las personas pueden sufrir los síntomas antes mencionados, hay una determinada población que tiene mayor probabilidad de generar una enfermedad más grave.

Se trata de personas con enfermedades cardiácas y respiratorias, como por ejemplo asma, insuficiencia cardiáca o enfisema. Además, de los adultos mayores, niños y adolescentes, y mujeres embarazadas.

¿Cuáles son las recomendaciones frente al humo de los incendios forestales?

Debido a la gran cantidad de humo que se dispersó por la zona central los últimos días, el Ministerio de Salud listó una serie de recomendaciones para minimizar las consecuencias en la salud de la población.

Estas son:

  • Evitar hacer actividad física
  • Cerrar puertas y ventanas para evitar que el humo entre a la vivienda. Además de tapar, con un paño humedo, los espacios entre el suelo y la puerta.
  • Las personas con mayor riesgo deben evitar salir de sus casas o evitar contacto directo con el humo.
  • Ante la presencia de síntomas como dificultad para respirar, mareos o conjuntivitis, llamar a Salud Responde o dirigirse a un Centro de Salud.

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