Un color rojo o anaranjado poco habitual ha teñido al sol como consecuencia de los intensos incendios que está teniendo lugar en la zona centro-sur del país. ¿Cuál es la causa por la que se produce este fenómeno óptico? ¿A qué se debe este color?
Por qué el sol parece rojo con los incendios
El sol rojo es una indicación de la presencia de humo tóxico y se debe a la dispersión de las partículas en la atmósfera.
La dispersión de Rayleigh
La dispersión de Rayleigh es un fenómeno que explica la dispersión de la luz visible o de una radiación electromagnética por las partículas. En palabras más simples, se debe a las propiedades ópticas de la luz solar cuando atraviesa la atmósfera terrestre.
La luz está compuesta de todos los colores del espectro visible: el rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Cada color tiene una longitud de onda diferente formando las diferentes tonalidades.
Cuando el sol se pone o sale, sus rayos chocan con las capas superiores de la atmósfera en ángulos específicos, formando los colores característicos de los atardeceres y amaneceres.
“Típicamente la radiación se dispersa hacia los azules, pero en los atardeceres, por una cuestión geométrica, la radiación se dispersa a tonos más rojos y por eso es común que los atardeceres sean rojizos”, explica Diego Campos, Meteorólogo de la Oficina Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).
Atardeceres rojos
Esta suspensión de partículas también depende del momento del día y de fenómenos externos como la contaminación ambiental o el humo de un incendio, ya que las nubes de polvo y cenizas influyen en la tonalidad.
“Los atardeceres se ven rojos porque aumenta el espesor óptico. La atmósfera se vuelve más densa y por lo tanto la radiación se dispersa más. Mientras más humo, contaminación o aerosoles le metemos a la mezcla, más rojo se va a ver”, comenta Campos.
En este sentido, a mayor proporción de partículas en la atmósfera, más se dispersan los colores rojizos y por eso se producen efectos ópticos de este tipo tras un incendio. La densidad del humo, las llamas, la concentración de ceniza y la contaminación que origina tiñen de rojo el sol y el cielo.