Esta enfermedad provoca que tu sistema inmunológico ataque a los tejidos sanos, por lo que puede afectar cualquier órgano en tu cuerpo: pulmones, piel, intestinos, etc.
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad que altera el sistema inmunológico, provocando que ataque los tejidos sanos. Debido a su naturaleza, puede afectar a prácticamente cualquier órgano del cuerpo, provocando que tenga muchos y diversos síntomas.
Lamentablemente, el LES no tiene cura. No obstante, el tratamiento contra la enfermedad ha avanzado progresivamente, buscando disminuir las consecuencias de los síntomas, en especial los más graves.
Como menciona el reumatólogo del Hospital del Salvador, Daniel Erlij, “el elemento clave para todo paciente de lupus es la hidroxicloroquina, es transversal a todo lupus, suaves o graves”. Por su parte, indica, también se puede utilizar Belimumab para casos muy específicos.
Este último remedio tiene un costo de $500 mil, con dosis mensuales durante dos años. No obstante, como menciona el experto, el lupus se incorporó a la Ley Ricarte Soto, por lo que este remedio es cubierto por Fonasa. Asimismo, también es una de las enfermedades dentro de las Garantías Explícitas en Salud (GES).
Además, existen algunos remedios para reducir la gravedad de síntomas específicos, por ejemplo: corticosteroides- en dosis bajas- para problemas en la piel y la artritis, medicamentos antiinflamatorios no esteroides para dolores articulares, o cremas especiales para las erupciones en la piel.
¿Qué es el lupus eritematoso sistémico?
El origen de LES aún no está claro, aunque se considera que es causado por factores genéticos, ambientales u hormonales. Por lo tanto, no es contagioso mediante el contacto. No obstante, existen algunos factores que pueden desencadenar en la enfermedad: remedios, radiación solar, estrés emocional y físico, estrógenos e infecciones.
Puede contagiar a cualquier persona, incluso neonatos, pero predomina principalmente en mujeres -9 a 1 comparado con hombres- y generalmente en el tramo de 15 a los 44 años. De hecho, “el lupus se puede complicar en un embarazo y traer complicaciones”, señala el reumatólogo, una problemática que se estudia constantemente.
Su predominancia es de 1 a 24 por cada 100 mil personas EE. UU, América del Sur, Europa y Asia. Además, afecta principalmente a hispanoamericanos, aborígenes americanos, afro-americanos y asiáticos, más que en blancos caucásicos, según informa el Ministerio de Salud. En Chile, comenta Erlij, más de 20 mil pacientes poseen lupus.
El LES es potencialmente fatal, aunque dependerá de la zona de afectación. La supervivencia a 5 años es mayor al 90% en países desarrollados, aunque no se vive la misma situación en Latinoamérica, donde es más común. En nuestro país, la tasa de supervivencia es de 92% a 5 años, 77% a 10 años y 66% a 15 años.
De forma preventiva, es importante mantener una vida sana; alimentación saludable, ejercicio constante, mayor actividad física, etc. El experto menciona que además, para saberlo de forma preventiva:
“Una de las grandes causas en general en las enfermedades reumatológicas es el tabaco. Si alguien tiene antecedentes de lupus en la familia, no debería fumar y también evitar la exposición al sol”.
Esto ya que “la causa de las enfermedades reumatológicas nunca es una sola. Uno de los principales orígenes es el tema genético”. Por tanto, es fundamental cuidarse de conocer casos en tu familia.
Síntomas del LES
Una de las mejores formas de reducir la posibilidad de mortalidad o agravamiento es el reconocimiento temprano de la enfermedad. No obstante, Erlij menciona que “no son manifestaciones tan específicas, por tanto el diagnóstico no siempre es fácil”.
Principalmente afecta el sistema renal cardíaco, pulmonar, articular, neurológico y cutáneo. Por tanto, cuenta con diversos síntomas, dependientes de la zona de afectación.
Sin embargo, existen algunos síntomas comunes de forma general:
- Fiebre
- Fatiga
- Dolor muscular y articular
- Pérdida de peso y cabello
- Sensibilidad a la luz solar (manchas en la piel)
- Erupciones cutáneas
Entre algunos de los síntomas por órgano, se encuentran:
Articulaciones: Artralgias, poliartritis aguda y aumento de fibromialgia.
Piel: Eritema malar en mariposa, ampollas, úlceras y alopecia.
Pulmones: Pleuresía, neumonitis, hemorragia alveolar, pericarditis, miocarditis, embolia e hipertensión pulmonar y el síndrome del pulmón encogido.
Sistema neurológico: Alteración cognitiva, cefaleas, cambios en la personalidad, accidente cerebrovascular isquémico, hemorragia subaracnoidea, convulsiones, psicosis, entre otras.
Sistema renal: Proteinuria, hipertensión, sedimento urinario anormal con cilindros eritrocitarios y leucocitos y edemas.
Intestinos: Pancreatitis (poco común), náuseas, vómito, serositis, vasculitis intestinal y seudoobstrucción
Hematología: Anemia, leucopenia y trombocitopenia. También puede provocar trombosis arterial o venosa y trombocitopenia en algunos pacientes.