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Cuáles fueron las consecuencias del Fenómeno de La Niña en Chile

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Las consecuencias del Fenómeno de La Niña están asociadas a las escasez de lluvias y la sequía.

Después de tres años consecutivos con la presencia del Fenómeno de La Niña, los climatólogos y meteorólogos decretaron oficialmente su fin en el planeta. En esta nota te contamos cuáles fueron las consecuencias del Fenómeno de La Niña en Chile. 

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El cambio climático y el calentamiento global azotan al planeta hace más de una década y Chile es uno de los principales afectados. 

Eso se puede atribuir principalmente al Fenómeno de La Niña, el cual tuvo tres episodios consecutivos en el país (2020, 2021 y 2022).

La Niña se caracteriza por el enfriamiento de las temperaturas del océano a lo largo de la mitad oriental del Pacífico lo que provoca que el aire sea más seco y denso. 

Por ende, esto afecta las temperaturas y las precipitaciones del país, contribuyendo a que la megasequía que nos azota, se extienda aún más.

¿Cuáles fueron las consecuencias del Fenómeno de La Niña en Chile?

La presencia de este fenómeno siempre está asociada a escasez de lluvias y sequía.  Esto ocurre porque la atmósfera se enfría en respuesta a la superficie fría del océano y se evapora menos agua, provocando que caiga menos lluvia sobre el Pacífico oriental.

Como resultado, los países desde el sur de México hasta el norte de Perú son más secos y presentan altas temperaturas. Mientras que Oceanía y el sureste asiático son lluviosos

La costa sudamericana queda más bien seca y fría, estos países sufren típicamente sequías cuando hay una Niña“, explica Diego Campos, meteorólogo de la Oficina Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC).

En Chile, el fenómeno también ha tenido sus efectos. Unas de las consecuencias más visibles en este último tiempo, es la presencia de meses muy calurosos y las seguidas olas de calor.

Además de las altas temperaturas, La Niña ha contribuido en disminuir las chances de precipitaciones durante el año, lo que es una forzante para las sequía.

Los años donde está presente La Niña son menos lluviosos de lo normal, sobretodo en el Chile central. En promedio en Santiago llueve un poquito menos de 300 milímetros, en la megasequía con suerte han llovido ciento y tanto milímetros“, señala Campos.

Otra consecuencia, es la menor acumulación de nieve que se ha registrado durante estos años, lo que también profundiza la crisis hídrica.