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Cómo ahorrar agua en el jardín

Cómo ahorrar agua en el jardín

Cambiar los jardines por un paisajismo sustentable puede disminuir hasta un 70% el gasto hídrico.

El jardín es uno de los lugares donde más se puede malgastar y despreciar el agua, sin embargo también es donde más fácilmente se puede ahorrar agua. Por lo mismo, en Mala Espina te ofrecemos algunas claves para reducir el consumo de agua en tu jardín.

Este miércoles 22 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Agua, el cual busca concientizar acerca de la crisis mundial hídrica y la necesidad de crear medidas para garantizar la disponibilidad de agua.

Desde nuestro hogar, la forma más fácil para ahorrar y cuidar el agua es a través de nuestro jardín, donde puedes emplear los recursos naturales, como la lluvia, para regar y aprovechar su agua para otros usos.

¿Cómo ahorrar agua en el jardín?

A nivel nacional, el 12% del recurso hídrico está vinculado al consumo humano de agua potable, cifra que incluye el riego de áreas verdes.

Las áreas verdes representan más del 60% del consumo hídrico de un hogar, por lo que es aquí donde hay más opciones para realizar un ahorro concreto”, señala Martín Andrade, Director Ejecutivo de Corporación Ciudades.

A continuación te entregamos algunos consejos y medidas concretas que se han implementado a lo largo de Chile para reducir el consumo hídrico en áreas verdes: 

  1. Ahorra agua en tu jardín cuidando el riego

    Riega durante las horas más frescas: para evitar que el agua se evapore, lo mejor es regar el jardín a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. Así gastarás menos litros y puedes ahorrar un 30% de agua si riegas tu jardín en hora de menos calor.

    Utiliza aspersores: de esta manera puedes regular el caudal y asegurarte que el agua caiga solamente sobre la zona de riego. Una manguera abierta puede gastar 30 litros de agua por minuto.

    Equipa tus sistemas de riego con programadores: te permiten gestionar el riego de manera eficiente adaptándolo a las necesidades de la planta y a la estación del año. Es muy útil para programar el riego durante la noche y evitar las pérdidas de agua por evaporación.

    Utiliza sistemas de riego por goteo: este sistema es el más eficiente que puedes instalar en tu jardín o huerto. Además, no tiene pérdidas por evaporación y disminuye la proliferación de malas hierbas.

    Si tienes macetas, existen sistemas de autorriego: estos se ajustan el aporte de agua necesario para la planta en función de si hace calor, frío o llueve.

  2. Elección correcta de los elementos naturales de tu jardín

    Una forma concreta para reducir el consumo de agua en nuestro jardín es cambiando los jardines por un paisajismo sustentable, el cual puede disminuir hasta un 70% el gasto hídrico.

    Opta por especies autóctonas: sus necesidades hídricas son mínimas y están totalmente adaptadas al suelo y al clima. Pueden vivir solo con el agua de la lluvia.

    Elimina el pasto: se puede ahorrar hasta el 80% del agua que consume el pasto.

    “Los antejardines por ejemplo, son lugares donde el pasto generalmente es el protagonista, con un consumo de 9 litros por metro cuadrado, mientras que hay otras especies vegetativas que alcanzan 1 litro por metro cuadrado”, explica Andrade.

  3. Acondicionamiento y limpieza del jardín

    Elimina las malas hierbas: se llevan mucha agua del suelo que debería estar destinada al pasto o al resto de plantas.

    Utiliza acolchado o mulching: si se pone en la base de las plantas, el riego que necesitan es menor, ya que conserva la humedad del suelo y disminuye la necesidad del riego. Además, protege la tierra y los microorganismos que la habitan, aporta nutrientes al ir degradándose e impide la aparición de malas hierbas.

  4. Reutilización del agua

    Coloca depósitos para aprovechar la lluvia: se puede reutilizar el agua que cae, que de otra manera se desperdiciaría. Con ellos se puede recuperar entre el 80 % y el 90 % del agua de lluvia y puede reducir aproximadamente un 75% de la frecuencia de riego.

    Reutilizar el agua del hogar:  “Además, otro de los cambios que se pueden realizar en el hogar, es la reutilización de aguas, como por ejemplo de la lavadora de ropa, ya que usando detergentes biodegradables uno puede darle un segundo uso por ejemplo en el riego de las plantas“, comenta Andrade.