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Sucede dos veces al año: por qué se cambia la hora en Chile

por qué se cambia la hora en Chile

El primer cambio de hora en Chile ocurrió en 1968 y fue idea de Edinson Román, un ingeniero de Chilectra obsesionado con buscar soluciones para enfrentar la peor sequía del siglo.

Este sábado 1 de abril a las 23:59 entraremos al horario de invierno, lo que significa retrasar el reloj una hora cuando el verano llega a su fin. En Mala Espina te explicamos por qué cada año se cambia la hora en Chile.

En la actualidad, menos del 40% de los países del mundo ajustan la hora, aunque más de 140 países han aplicado el cambio horario alguna vez en el pasado.

El objetivo original de la medida era hacer coincidir las horas de actividad con las de luz solar. De esta forma, se buscaba aprovechar las horas de luz natural, limitando el uso de electricidad y la calefacción.

De esta manera, los relojes se ajustan hacia adelante una hora cerca del comienzo de la primavera y se ajustan hacia atrás en el otoño.

Sin embargo, su eficacia es cada vez más discutida y los expertos señalan posibles efectos adversos para la salud.

¿Por qué se cambia la hora en Chile?

Origen del cambio de hora

La revista National Geographic escribió que el origen del cambio de hora surgió en 1784 a manos de Benjamin Franklin cuando era el embajador de Estados Unidos en Francia.

“Al levantarse a las seis de la mañana y ver el sol brillando tras la ventana pensó que se perdían muchas horas de luz, mientras que por las tardes la gente tenía que encender muchas velas para poder seguir trabajando en la oscuridad”, señala la revista.

De este modo, Franklin envió una carta al diario parisino The Journal, proponiendo varias medidas para ahorrar energía y mejorar la productividad.

Además, escribió un tratado llamado Proyecto Económico para disminuir el costo de la luz que, aunque nunca se tuvo en cuenta como tal, fue el germen para el primer cambio de hora oficial en el mundo.

Sin embargo, no fue hasta las dos guerras mundiales que el cambio de hora tomó importancia en Europa y Estados Unidos para ahorrar combustible, recursos y energía en tiempos de carencia.

En nuestro país el primer cambio de hora vendría casi 30 años después como una solución para enfrentar la peor sequía del siglo

El cambio horario en Chile

En Chile, el principal motivo de por qué se cambia la hora también ha sido el ahorro de energía, puesto que al retardar el anochecer durante el verano era posible consumir menos electricidad, algo crucial en épocas de sequía.

El primer cambio de hora en Chile ocurrió en 1968 y fue idea de Edinson Román, un ingeniero de Chilectra que buscaba soluciones para enfrentar la peor sequía del siglo.

En 1968 nuestro país enfrentó una de las sequías más importantes de los últimos 100 años. La compleja situación derivó en cortes diarios de la energía eléctrica. De esta manera, Román sacó sus cálculos y se dio cuenta que la más alta demanda energética se generaba entre las 19:00 y 20:00, cuando se prendían las luces de domicilios y negocios al mismo tiempo.

Como en el mundo existía poca experiencia de aplicar cambios de hora por sequías y cortes del suministro eléctrico, la idea no fue muy bien recibida, sin embargo, poco a poco cedieron ante los argumentos técnicos de Edinson Román, señala La Tercera.

Finalmente, el Gobierno de Frei Montalva emitió el decreto para cambiar la hora a contar del 2 de noviembre de 1968 y comenzó la aplicación de diferentes husos horarios diferenciados por temporada.

Si bien, la medida en un comienzo era sólo por un año, se replicó en 1969 donde también hubo sequía, por lo que en 1970 finalmente se dictó una ley donde se estableció que “en cada año, la hora oficial se adelantará en 60 minutos” a comienzos de la temporada de verano.

¿Es sinónimo de ahorro de energía?

Hoy esos motivos ya no tienen tanta fuerza. De acuerdo con el estudio “Cambio de horario y su efecto en el consumo de energía eléctrica” de la Universidad de Santiago, la experiencia internacional demuestra que el resultado de aplicar el cambio de horario tiene efectos prácticamente nulos en el ahorro energético.

El estudio concluye que el ahorro energético anual en el país y el mundo se encuentra bajo el 1%. De hecho, establece que el consumo aumenta en algunas regiones de Chile.

Por eso en Chile la comunidad científica está enfocada en encontrar e impulsar otras políticas públicas que contribuyan al ahorro energético, y no seguir realizando anualmente esta modificación que trae más inconvenientes que beneficios a la salud de las personas.

En un reciente encuentro organizado por la Fundación Encuentros del Futuro, se insistió en que hay suficiente evidencia científica como para abandonar el cambio de hora y quedarnos definitivamente con el horario de invierno (GMT -4).

Entre algunos factores que las y los especialistas asocian al cambio de hora se encuentran la fatiga, dificultades para levantarse, ansiedad, irritabilidad y una mayor tendencia a infartos. 

“El horario de verano afecta durante varios meses el desempeño, genera más accidentes y las personas están menos concentradas”, señaló John Ewer, cronobiólogo y académico del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso.

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