Cómo funciona y para qué sirve una planta desaladora

Este tipo de tratamiento es uno de los más usados para enfrentar la crisis hídrica que sufren gran partes de las regiones del planeta.
Desde la comuna de Río Hurtado, en la Región de Coquimbo, el Presidente Gabriel Boric se comprometió a implementar “al menos una planta desaladora” para consumo humano y riego.
Desde Río Hurtado en la #GiraCoquimbo, anunciamos la construcción de al menos una planta desaladora para enfrentar la sequía, que ya se prolonga por más de una década.
En el intertanto, abriremos una serie de pozos en la región y construiremos una planta de tratamiento de aguas… pic.twitter.com/ZqrljvYLSJ
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) October 5, 2023
Las plantas desaladoras permiten convertir el agua salada del mar en agua apta para el consumo humano y el uso industrial.
La IV Región vive una seria crisis hídrica desde hace algunos años por la falta de lluvias. Actualmente la zona tiene déficit de agua en 5 de sus 8 embalses y en 11 de sus 12 estaciones de monitoreo.
En Chile hay 24 plantas desaladoras en funcionamiento, que acumulan una producción de 8 mil litros por segundo. Del total, un 75% se destina para la industria minera, y el resto para el consumo humano y agrícola.
¿Cómo funciona una planta desaladora?
Dependiendo de la zona geográfica y sus necesidades particulares (sobre todo la calidad del agua), las plantas desaladoras pueden tener características diferentes. Sin embargo, la mayoría usa un tipo de sistema similar, y en Chile se aplica generalmente la técnica de ósmosis inversa.
El primer proceso siempre es la captación de agua. Esta se recoge desde el mar o fuentes de agua salobres cercanas, como estuarios, mediante un sistema de bombeo y tuberías.
Una vez el agua está en la planta, se lleva a cabo una etapa de pretratamiento. En este proceso se aplica la floculación, que aglutina coloides y elementos suspendidos en el agua. Esto hace más fácil el siguiente proceso, la decantación, para separar el agua de otros elementos extraños.
En esta etapa se lleva a cabo procesos químicos de filtración y ultrafiltración para dejar el agua en su estado más ideal para pasar a la ósmosis inversa.
Para este proceso se necesitan unas refinadas membranas semipermeables. Sobre estas, y el agua ya prefiltrada, se aplica una fuerte presión (dependiendo del grado de salinización del líquido y el resultado esperado), que separa agua dulce, por un lado, y salmuera (agua con mucha sal), por el otro.
Posteriormente, este producto pasa por un post tratamiento. Aquí se aplican algunos minerales, dependiendo de qué tipo de agua se quiere sacar (para consumo humano, industrial o agrícola).
De esta forma, la planta desaladora ya puede transportar el agua dulce, a los hogares, mineras, predios agrícolas, entre otros.
A pesar de que la ósmosis inversa es el tipo más común en nuestro país, existen muchas otras técnicas para la desalación o desalinización. También se usa la destilación solar y multietapa, la compresión mecánica de vapor, la electrodiálisis, entre otras.