Todos hemos escuchado el concepto de «sistema frontal«, pero ¿sabes qué significa realmente? Este fenómeno de la meteorología provoca importantes cambios en el clima con alcance de cientos e incluso miles de kilómetros.

Durante este fin de semana, se vivió un importante sistema frontal en la Región Metropolitana y otras localidades del país, que terminó más de 16 mil usuarios de la red eléctrica sin luz, 13 viviendas damnificadas y un socavón de más de 10 metros de profundidad en Reñaca.

Además, la Dirección Meteorológica pronostica que esta semana se vienen dos sistemas frontales más, uno este lunes y martes y otro este miércoles y jueves. Estos serán acompañados, además, de un río atmosférico categoría 5.

Para estos sistemas, se espera que caigan hasta 70 milímetros de agua en algunas localidades del Maule, Ñuble y Bíobio. En otras regiones, desde Coquimbo hasta Los Ríos, también se pronostican lluvias de más de 20 milímetros de agua caída.

¿Qué es un sistema frontal?

Un sistema frontal, también conocido como «frente de mal tiempo» o simplemente frente, es un espacio de transición entre dos masas de aire con diferentes características termodinámicas (temperatura, presión, humedad, viento o densidad) cuando estas se juntan. Este permite la creación de lluvias, tormentas, temperaturas frías y días más secos.

Esta teoría se descubrió hace más de 100 años, por el físico y meteorólogo noruego Jacob Bjerknes, en su teoría del frente polar. El experto postuló que existía un «enfrentamiento» o transición de temperaturas (frente frío, frente cálido y frente ocluído), que provocaba cambios climáticos de una semana y que cubren cientos o incluso miles de kilómetros.

Hasta hoy, se mantiene vigente la teoría del sistema frontal, aunque ahora se comprende en mayor profundidad su comportamiento gracias al avance de los equipos de medición meteorológica.

Dependiendo qué tipo de frente sea, el ciclón tendrá un comportamiento diferente. Primero hay una irrupción atmosférica, que provoca que el aire superficial de una zona ascienda velozmente, generando una «succión hacia arriba» de los vientos. El espacio que queda vacío por el ascenso de los vientos produce un nuevo movimiento, que en conjunto construyen un ciclón. Ambas corrientes terminan con diferentes condiciones termodinámicas, lo que permite la producción de la energía al interior de ambas masas de aire.

Frentes fríos y cálidos

En el caso de que vientos fríos choquen con cálidos (frente frío), los más helados, al contar con menor densidad, se meten por debajo de las ráfagas más cálidas, elevando y enfriando estas últimas. Esto provoca que se reduzca rápidamente la temperatura, pasando de un calor moderado a lluvias, vientos y/o heladas, dependiendo de las condiciones de las masas de aire. Posteriormente, al avanzar con más fuerza sobre el aire cálido, se provoca un clima más seco, frío y estable.

Por su parte, en un frente cálido, una masa de aire caliente se posiciona sobre un viento más helado, «empujándolo» hacia abajo, conformando nubes y posiblemente tormentas. En este tipo de ciclón son más comunes las lluvias constantes y largas.

Estos tipos son los más comunes en Chile- con principal aparición en la zona sur- y en el mundo. No obstante, también existen otros dependientes de las condiciones termodinámicas de las ráfagas: ocluidos, estacionarios, de magnitud y de superficie.

El sistema frontal que llegará este jueves será frío, y contará con precipitaciones en la zona sur, aunque en menor medida que el de los últimos días. Sin embargo, el llamado es a tener mayor cuidado, ya que la capacidad de absorción de las tierras está saturado por las últimas lluvias, lo que permitiría que sea más fácil la opción de inundación en ciertas zonas.