El pasado 23 de noviembre se abrió la frontera del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, permitiendo así la llegada de extranjeros a Chile que cumpliesen con ciertas medidas previas de seguridad, como presentar un test PCR negativo tomado 72 horas antes de embarcar. Esta vía se convirtió entonces en la única frontera abierta, luego de ocho meses en cierre total.

Tras la aplicación de esta medida, los casos importados (personas con antecedentes de haber viajado al extranjero e indicativos de haber adquirido el virus fuera del país) han sufrido un alza en Chile. Un aumento que se experimentó justamente en la Región Metropolitana, superando así las cifras de Tarapacá, que hasta ese momento era la región con más casos de este tipo en el país.

Según el Informe de Estrategia Nacional de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento, durante la semana en que se abrió la frontera del aeropuerto hubo 5 casos importados en la Región Metropolitana, pero a la semana siguiente estos aumentaron a 70.

Elaboración propia. En las otras regiones las cifras
no superan los seis casos importados.

Elaboración propia. Situación en la Región Metropolitana.

Catterina Ferreccio, epidemióloga y miembro del Consejo Asesor del Ministerio de Salud para Covid-19, atribuye esta alza no sólo a la apertura de la frontera del aeropuerto, sino también al aumento en la detección de casos.

«Nosotros como consejo propusimos no abrir (…), pero como la decisión política era en otro sentido, recomendamos que fuera súper fuerte la vigilancia de viajeros. Esto quiere decir que se les exigiera PCR y recomendamos que se hicieran PCR aleatorios a los que llegaban, porque había también una discusión de cuánto de infección podrían traer los que llegaban (…). Esas dos medidas te iban a permitir identificar el problema, que antes se desconocía en realidad la magnitud».

Medidas adoptadas tras la llegada de la nueva cepa detectada en Reino Unido a nuestro país

Luego de que el pasado 29 de noviembre se confirmara el primer caso en Chile de una persona contagiada con la nueva cepa detectada en las islas británicas, el Gobierno ha implementado nuevas medidas para evitar su avance desde el extranjero.

Por ejemplo, a partir del 31 de diciembre todos los chilenos, extranjeros residentes y visitantes que ingresen a Chile, independiente de su país de origen, deben hacer cuarentena obligatoria de 10 días o al séptimo día de confinamiento hacerse un PCR y realizar la cuarentena hasta que lleguen los resultados.

Esta medida se sumó a la aplicada el 22 de diciembre, que obliga a hacer cuarentena obligatoria de 14 días a los residentes en Chile que ingresen al país y hayan estado en Reino Unido en las últimas dos semanas, además de suspender los vuelos directos entre ambos países y prohibir el ingreso a los extranjeros visitantes.

Por otra parte, este martes el ministro de Salud, Enrique Paris, informó que a partir del 7 de enero los chilenos y extranjeros residentes que ingresen a Chile deben traer un PCR negativo tomado 72 horas antes del embarque de su vuelo. Anteriormente, esta medida se le exigía solamente a los extranjeros no residentes, pero ahora se amplió debido a la detección de un segundo caso de la cepa de Reino Unido en nuestro país.

Catterina Ferreccio señala que como Consejo Asesor han conversado sobre una medida que ayudaría a la detección de los casos, que es la vigilancia a través de celulares, como se hace en Corea del Sur con una aplicación, tecnología que se ha replicado en otros países.

Por ejemplo, si todos tienen la aplicación, «que es totalmente anónima, permite saber todos los celulares que estuvieron a menos de un metro de esta persona [la que esté contagiada] en todo el trayecto y se les puede mandar un mensaje, automático. Ese tipo de vigilancia es la única que te puede garantizar que todas las personas a las que ella puso en riesgo tú las puedes contactar y advertirles que estuvieron en riesgo y que vengan a hacerse un examen», explica la epidemióloga.