¿Qué sintió Boric al hablar al país? Radiografía emocional con IA de la Cuenta Pública 2025

¿Qué siente un presidente cuando habla al país? Durante 2 horas y 32 minutos, Gabriel Boric desplegó ante el Congreso Nacional la Cuenta Pública 2025, un ritual democrático que cada año marca el pulso político de Chile. Pero más allá de las cifras y promesas, nos preguntamos: ¿es posible leer las emociones detrás del discurso presidencial?

Esta visualización interactiva combina inteligencia artificial y periodismo de datos para explorar una dimensión inédita del poder: el rostro emocional de la presidencia. Usando algoritmos de reconocimiento facial, análisis de voz y procesamiento de lenguaje natural, hemos diseccionado cada gesto, cada inflexión y cada palabra para crear un mapa emocional del momento político más importante del año.

Desliza para descubrir cómo la alegría, el enojo, la calma y la sorpresa se entrelazan con los temas que definen nuestro país. Desde la crisis de seguridad hasta las reformas estructurales, cada emoción cuenta una historia sobre el Chile que somos y el que queremos ser.

Desliza para explorar

Metodología y Limitaciones

Cómo funciona nuestro “detector de emociones”

Para construir este análisis combinamos tres fuentes de datos emocionales que funcionan de manera independiente y luego se integran:

El rostro presidencial (40% del análisis): Utilizamos MediaPipe Face Detection de Google para identificar el rostro en cada fotograma, generando una “huella facial” de 512 dimensiones con ArcFace. Sobre estos recortes, el módulo de emociones de DeepFace —entrenado en el dataset público FER-2013— clasifica cada expresión en ocho categorías emocionales.

La voz del poder (30% del análisis): El audio se procesa con dos redes neuronales especializadas en español latinoamericano: Whisper medium para la transcripción y wav2vec 2.0 para detectar emociones en el tono de voz. Paralelamente, KeyBERT asigna cada fragmento a 15 “temas país” mediante análisis semántico.

Las palabras que importan (30% del análisis): Una versión chilena de RoBERTa (“robertuito-emotion-es”) evalúa la carga emocional del texto transcrito, complementando la lectura gestual y vocal.

Sesgos y limitaciones importantes

Sesgo cultural: Los modelos fueron entrenados principalmente con datos internacionales. Un gesto culturalmente neutro en Chile podría interpretarse como “enojo” según estándares foráneos.

Contexto perdido: La IA no comprende ironía, sarcasmo o el peso histórico de ciertas declaraciones. Un rostro “alegre” puede acompañar malas noticias si el presidente intenta tranquilizar.

Precisión técnica: Aunque los modelos son robustos, trabajamos con un solo rostro en condiciones controladas (plano medio, iluminación estable), lo que facilita la detección pero limita la generalización.

Interpretación editorial: Esta herramienta es un termómetro emocional, no un polígrafo. Revela patrones y tendencias en la comunicación presidencial, pero no pretende juzgar autenticidad o intenciones políticas.

IA supervisada: La transcripción y traducción de los discursos fue realizada por un modelo de inteligencia artificial. Si bien fue supervisada por un equipo de periodistas, puede haber errores o imprecisiones.

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