Visitar museos: la receta para la depresión y la ansiedad

Visitar museos se inscribe entre las terapias para combatir enfermedades mentales.
Cada 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno que va en aumento en el mundo llegando a cifras preocupantes y que siguen subiendo tras la pandemia.
Según el Informe Mundial sobre Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de ansiedad y depresión aumentaron más de un 25% durante el primer año de pandemia. Al mismo tiempo, los servicios de salud mental se vieron gravemente perturbados y la brecha terapéutica de los trastornos mentales se amplió.
En todos los países, los trastornos mentales son muy frecuentes. Aproximadamente una de cada ocho personas en el mundo sufre algún trastorno mental.
En 2019, la OMS examinó los beneficios para la salud física y mental que entregan las artes. El estudio menciona cinco categorías: artes escénicas (música, danza, canto, teatro, cine); artes visuales (artesanía, diseño, pintura, fotografía); literatura (escritura, lectura, asistencia a festivales literarios); cultura (visitas a museos, galerías, conciertos, teatro); y artes en línea (animaciones, artes digitales, etc.).
Visitar museos: la receta para la depresión y la ansiedad
Como una forma de ayudar al creciente número de personas con enfermedades psicológica, Bélgica lanzó en septiembre un programa piloto que busca combatir la depresión al recetar visitas a museos.
De esta forma, la alcaldía de Bruselas y el Hospital Brugmann trabajan en conjunto para apoyar el proceso de curación de personas que sufren de estrés, depresión o ansiedad, prescribiendo visitar de forma gratuita cinco museos públicos de la ciudad.
La medida incentiva a los pacientes salir del aislamiento causado por la depresión, para reunirse con gente. De hecho, la receta permite invitar, también gratuitamente, hasta tres personas.
“El salir, ir a un lugar diferente, compartir con otros en una experiencia positiva, es saludable. Por otra parte, no todo son aspectos sociales. La experiencia emocional positiva provocada por la experiencia estética afecta el estado de ánimo e indirectamente promueve la salud y el bienestar“, señala Francisco Parada, director del Centro de Estudios en Neurociencia Humana y Neuropsicología UDP.
“La experiencia estética que se produce al enfocar nuestra atención, nos permite suprimir -momentáneamente- todos los demás factores que producen estrés. Podríamos decir que el arte y la cultura ofrecen una posibilidad de pausar los factores estresantes y conectarse con factores que son positivos“, agrega Parada.
Magdalena Amenábar, Vicerrectora De Comunicaciones y Extensión Cultural UC, también está de acuerdo que iniciativas como estas ayudan a sanar.
“Trabajar con una curatoría desarrolla la curiosidad y la inteligencia, el sentido de foco, el interés por la apertura, ayuda al ordenamiento neural, genera armonía en tu conversaciones, amplitud de criterios, miradas y punto de vista. Son cosas que te van sacando de los procesos mentales que te producen la depresión o la ansiedad“, indica Amenábar.
Si bien, actividades como esta pueden mitigar o disminuir el sufrimiento provocado por la enfermedad, el psicólogo y director del proyecto Psys, Tomás Dañobeitía, señala que no puede reemplazar a los fármacos.
“En lo cultural las personas encuentran satisfacción, pero eso no puede suplir a los fármacos. Los medicamentos tienen un efecto en el sistema nervioso, y eso solo lo puede hacer algo que tenga efectos químicos”.
¿Se puede implementar esta medida en Chile?
La llegada de la pandemia también impactó la vida en nuestro país. No solo dejó un daño sanitario, sino que también caló en nuestra salud mental.
Así lo demuestran las recientes cifras publicadas por el Departamento de Economía de la Salud (Desal) del Ministerio de Salud (Minsal), que analizó cómo varió el consumo de medicamentos de la población desde 2011 a 2021. De esta forma evidenció que por primera vez los fármacos de salud mental se posicionan como los de segundo mayor consumo en el país.
El estudio Termómetro de la Salud Mental en Chile, realizado por UC y ACHS en junio de 2022, indica que un 21,1% de los chilenos presenta sospechas o problemas de salud mental. Asimismo, el 24% evalúa que su estado de ánimo es peor o mucho peor que antes de la pandemia.
Por estas cifras los expertos señalan que Chile debería orientar su política de salud mental en fomentar las artes y la cultura, e incluir la iniciativa de Bélgica y anteriormente Canadá, ya que no solo mejora la salud mental, sino que también apoya al sector cultural.
“Chile tiene todo para que eso ocurra, pero no lo ha hecho. Está reflejado en la educación, donde siempre resta a las artes del currículum. Le quitan la posibilidad a los niños de desarrollar un sinfín de cosas como la salud mental y la salud afectiva”, recalca Magdalena Amenábar.
Para Francisco Parada, el visitar museos para combatir la depresión y la ansiedad sería muy beneficioso para nuestro país.
“Hoy en día en que la sociedad promueve actividades económicas que se alejan de lo artístico y/o cultural debido a que se asocia -erróneamente- con el ocio y la pérdida del tiempo. Esto último no puede estar más alejado de la realidad. Las actividades artísticas promueven procesos cognitivos que son beneficiosos para aliviar síntomas de estrés, depresión y ansiedad y que son fundamentales para el adecuado desarrollo psicológico, emocional, conductual y social de los seres humanos”, puntualiza Parada.