Explicativo
24 de enero de 2023Fatiga al volante: qué es y cómo evitarla
Ojos pesados, incomodidad y bostezos son algunas señales de fatiga que pueden presentarse mientras conduces. Evitar estos síntomas y reconocerlos a tiempo es clave para evitar accidentes de tránsito.
Por Constanza ArayaLa fatiga es una respuesta normal del ser humano frente a prolongados periodos de vigilia o falta de sueño reparador, provocando una disminución de alerta y capacidad de reacción ante un peligro, por lo tanto, aumenta los riesgos de incidentes y accidentes.
La fatiga y la somnolencia son reconocidas causas de accidentes vehiculares. Durante el año 2021, se registraron en el país 627 siniestros, dejando como consecuencia 679 lesionados y 72 fallecidos, siendo esta última la segunda cifra más alta en 20 años, según la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset).
Conocer los síntomas y las recomendaciones es la mejor manera de combatir y evitar las nefastas consecuencias que podrían derivarse de ellas.
Fatiga al volante
¿Qué puede potenciar tu fatiga al volante?
Según los doctores, hay muchos factores que influyen en la aparición de este riesgo, como la falta de descanso, hipotiroidismo o el trastorno del sueño.
«La causa más común es el SAOS, el síndrome de apnea obstructiva del sueño. Son los pacientes que roncan en la noche y que tienen microdespertares nocturnos entonces no descansan. Provoca una somnolencia diurna excesiva, quedándose dormidos al volante o en los semáforos«, señala el doctor del Cesfam San Pablo, Fernando Carrasco.
De esta manera, si la fatiga es intensa, el cuerpo reacciona durmiendo, y por pequeña que sea la “cabezada”, el riesgo que se corre es muy elevado.
En el caso de los accidentes de vehículos profesionales (camión, bus, etc.), la causa más frecuente es la cantidad de tiempo que los conductores están en el volante sin descansar.
¿Cómo afecta la fatiga al conductor?
Estar fatigado ocasiona dificultad para concentrarse, por lo que la capacidad para manejar con seguridad puede quedar gravemente afectada.
Además se puede sufrir alteraciones en la vista, el oído, en los movimientos, el comportamiento y la toma de decisiones. Todo esto puede provocar una demora en reaccionar antes un peligro, reacciones exageradas a sonidos repentinos, dificultar de mantener el vehículo en la ruta y aumentar o bajar la velocidad sin darse cuenta.
«Si durante la conducción sienten pestañeo, sensación de pesadez ocular, bostezos frecuentes, desconcentración, dificultad para mantener la dirección del volantes, incomodidad en el asiento, o dolores de espalda o cuello, debe detener el vehículo cuanto antes, siempre buscando un lugar seguro«, asegura el doctor Carrasco, quien menciona que un error muy común es intentar continuar con el desplazamiento, pensando que el destino está cerca.
Precauciones
Tomando ciertas precauciones a la hora de conducir, se puede evitar la aparición de la fatiga. Sobre todo si son viajes que requieren mantenerse sentado por varias horas.
- Dormir muy bien el día anterior (mínimo siete horas).
- Comer liviana y balanceadamente para evitar pesadez.
- Hidratarse durante el desplazamiento.
- Mantener la temperatura lo más agradable y fresca posible (entre 18 y 20 grados centígrados). Tener en consideración que a mayor temperatura, mayor sueño.
- Planificar el recorrido para incluir intervalos de reposo.
- Hacer pausas activas, de mínimo treinta minutos para lograr descansar.