Es la acción de negar realidades históricas. En esta nota explicamos qué es el negacionismo histórico.

Durante la última semana de marzo en Chile resurgió el debate en torno a la penalización del negacionismo. Esto, a raíz del ataque verbal de la diputada María Luisa Cordero (IND-RN) en contra de la senadora Fabiola Campillai.

Sus declaraciones sobre la situación de discapacidad visual de la Senadora generaron repudio a nivel político. Donde hubieron personas -como el Presidente Gabriel Boric- que tildaron las frases como negacionistas.

¿Qué es el negacionismo histórico?

Como explicamos en esta nota, la Real Academia Española (RAE) define el negacionismo como «una actitud que consiste en la negación de determinadas realidades y hechos históricos o naturales relevantes, especialmente del holocausto».

La definición de la RAE trata el concepto en general, pero este puede tener múltiples variaciones. Como por ejemplo el negacionismo histórico, el relacionado al cambio climático o incluso las versiones que niegan la aparición del Covid-19.

Como su nombre lo indica, el negacionismo histórico es la actitud de negar realidades, hechos o registros históricos.

Una de las corrientes más conocidas -y donde surgió la definición del concepto- es la negación de los crímenes cometidos durante el régimen nazi en Alemania.

Pero también se puede encontrar en otros países, como lo sería Chile. Aunque no está definido como tal en legislación chilena, es común observar el negacionismo ligado a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Si bien los hechos ocurridos en dictadura han sido investigados y comprobados en una serie de documentos, como el Informe Rettig o la Comisión Valech, todavía existen personas -en especial políticos- que niegan las violaciones a los DD.HH en Chile.

Debate en torno a la penalización del negacionismo en Chile

A raíz de las declaraciones de la diputada Cordero, en la esfera política resurgió el debate en torno legislar penalizaciones a los discursos que nieguen, justifiquen o minimicen las violaciones a los DDHH. en el país.

Hace unos años, el Congreso nacional intentó crear una legislación sobre el negacionismo, pero no dio resultado, ya que la discusión aborda también la libertad de expresión.

Por un lado, hay quienes están a favor de establecer como verdad histórica las violaciones a los DD.HH. y, por tanto, penalizar los discursos públicos que nieguen estas acciones.

Pero, por el otro, hay personas e instituciones que arguyen contra la medida debido a que puede transgredir la libertad de expresión.