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Qué es el canal de Panamá y por qué es importante para el comercio mundial

Qué es el canal de Panamá

Un 2,4% del comercio marítimo internacional usa este paso creado artificialmente hace más de un siglo.

El canal de Panamá se considera una de las obras arquitectónicas y de la ingeniería más importantes del siglo pasado. Actualmente, es uno de los pasos comerciales más importantes para América, Asia y Europa.

Durante el último año transitaron más de 14 mil embarcaciones, principalmente de alto calado, que transportan miles de containers. Anualmente, por el canal de Panamá pasa cerca del 2,4% del comercio marítimo internacional.

Según Bloomberg, durante el 2022 generaron $2.494 millones para el Tesoro Nacional Panameño. Además, el Fisco estimó que para este 2023 podrían producir $2.544 millones. Además, estos excedentes no consideran los que cubre el mismo canal en mantenimiento, operación, funcionamiento, modernización y reserva.

Sin embargo, durante los últimos meses el país de las Antillas enfrenta una grave problemática. Una sequía constante, resultado del cambio climático, sumado a la presencia del Fenómeno del Niño, obligan a la institución a poner límites de carga y calado, para ahorrar agua, el elemento que permite el funcionamiento del mecanismo de este paso artificial.

La reducción del máximo de naves que pueden pasar diariamente por el canal puede ralentizar las importaciones y exportaciones internacionales. Uno de los países más afectados es Chile, que está entre las naciones que más utilizan este paso.

¿Qué es el canal de Panamá?

Antes de la construcción de este paso, el comercio entre Atlántico y el Pacífico tenía que cruzar el estrecho de Magallanes, en la zona más austral de Chile y del continente americano. Por esto, hace ya más de 150 años surgieron las primeras intenciones de crear un “atajo” para esta ruta.

Desde tiempos precolombinos que los nativos americanos usaban el itsmo de Panamá como ruta comercial entre costas. Esto lo consideró Francia cuando inició la primera iniciativa para construir un canal en esta zona. El proyecto lo tomó Ferninand de Lesseps, (que construyó el canal de Saez, un símil en Egipto) en 1879, después de varias décadas de investigación en el terreno.

Sin embargo, esta primera empresa fracasó en 1988 por falta de recursos, después de 7 años de trabajo. Durante este tiempo, se estima que murieron miles de trabajadores, principalmente por enfermedades como la malaria y la fiebre amarilla.

Posteriormente, los franceses ofrecieron este proyecto a Estados Unidos, quienes aceptaron pagar $10 millones de dólares, más $250 mil dólares anuales, por los derechos perpetuos del canal.

Así comenzó la obra, a manos de Philippe-Jean Bunau-Varilla, que introdujo la idea de las esclusas, propuesto antes por Gustave Eiffel, un sistema de compuertas, que se abren tramo a tramo, gracias al aumento o disminución del nivel de agua. Este sistema es el que ahora se ve afectado por la sequía

El canal se abrió oficialmente en 1914, y estuvo bajo la administración estadounidense hasta 1999, con el compromiso de que se mantenga como una infraestructura al servicio del mercado internacional. Está obligado constitucionalmente a mantener el canal en funcionamiento y constante modernización. Además, desde 2016 cuenta con una gran ampliación que agrega una tercera línea de esclusas.

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