Qué es el proyecto INNA y por qué la comunidad astronómica advierte sobre efectos en Observatorio Paranal

La comunidad astronómica advierte que la operación del proyecto provocará contaminación lumínica.
El proyecto INNA de la empresa AES Andes es la primera iniciativa a escala industrial de hidrógeno y amoniaco verde en el país.
La generadora se encuentra en los trámites ambientales para materializar el proyecto en Taltal. Sin embargo, la comunidad astronómica ha levantado la voz en contra de INNA afirmando que su ubicación, a pocos kilómetros del Observatorio Paranal, provocaría contaminación lumínica en los cielos y efectos en la sensibilidad de los telescopios para el estudios de los cielos.
La compañía generadora afirma que el proyecto se ubicará fuera del área de impacto del observatorio que tomará medidas de mitigación para el uso de luz artificial.
El proyecto de AES Andes y la preocupación de la comunidad astronómica
AES Andes es una compañía dedicada a la generación y venta de energía sostenible para Chile, Argentina y Colombia.
El megaproyecto INNA es la primera iniciativa industrial de hidrógeno y amoniaco verde en el país. Actualmente se encuentra en una fase de desarrollo inicial y busca llevarse a cabo en Taltal, región de Antofagasta.
El proyecto está programado para el año 2027, e incluirá tres parques solares, tres parques eólicos, un terminal marítimo, una planta desaladora y de hidrógeno, una de amoniaco y sistemas de almacenamiento de baterías.
Con una inversión de US$10.000 millones, la iniciativa genera “más de 5.000 empleos durante su construcción y para su operación se estima que requerirá más de 600 colaboradores”.
Sin embargo, la comunidad astronómica chilena ha criticado la implementación del proyecto INNA debido a su emplazamiento, a pocos kilómetros del Observatorio Paranal, uno de los mejores lugares en el mundo para la observación e investigación astronómica.
El observatorio contempla telescopios internacionales de gran impacto, tales como el Very Large Telescope (VLT), el Cherenkov Telescope Array (CTA) y el Extremely Large Telescope (ELT).
La defensa de AES Andes
Desde AES Andes, explican a Mala Espina que el proyecto INNA “estará ubicado en una zona priorizada por el Estado de Chile para el desarrollo de generación eléctrica, conforme a la Planificación Estratégica de Largo Plazo (PELP) y se alinea plenamente con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde”.

La empresa manifiesta que la zona de construcción posee las condiciones esenciales para la producción eficiente de hidrógeno verde, contando con energía solar y eólica de clase mundial.
Junto a ello explica que la zona ya cuenta con los permisos requeridos aprobados y cumple con lo exigido en el Decreto Nº01/2022 del Ministerio del Medio Ambiente, sobre normas de emisión de luminosidad.
En relación al impacto del proyecto sobre los observatorios, AES Andes afirma que “tanto el Very Large Telescope (VLT) del Cerro Paranal como el Telescopio Extremadamente Grande, o más conocido como ELT por su sigla en inglés, del Cerro Armazones, ubicados a 19.6 km y 29 km respectivamente, se encuentran fuera del área de impacto significativo del proyecto”.
Junto a ello, se plantea que los efectos del proyecto sobre el brillo natural del cielo alcanzarán, en Cerro Paranal, un 0,27%, mientras que Cerro Armazones tendrá un 0,9% de incremento.
Condiciones de AES Andes para prevenir la contaminación lumínica
Para reducir la cantidad de uso de la luz artificial, la empresa incorporará distintas regulaciones. En un comienzo, se apagarán los sitios que no están siendo utilizados como la iluminación en plantas fotovoltaicas o se reducirá al menos el 50% del flujo luminoso instalado. También se utilizarán sensores de movimiento en campamentos, junto con ajustar las luminarias móviles en flujo y espectro lumínico. Además, no habrá iluminación en sitios no prioritarios.
Junto a lo anterior, se realizaron mejoras del diseño lumínico para reducir el impacto en el cielo nocturno, tales como eliminación de iluminación perimetral, uso de luces en caminos interiores con zonas de riesgo, entre otras medidas de mitigación.
La compañía entiende la preocupación de los premios nacionales sobre el desarrollo del proyecto, por lo que mantienen su compromiso de “colaborar de manera abierta y constructiva con todas las partes interesadas durante el proceso de evaluación ambiental”.
Científicos alertan por contaminación lumínica
Una carta firmada por 39 premios nacionales expone la preocupación de llevar a cabo proyecto de INNA, puesto que traería un gran efecto negativo e irreversible para la investigación de los cielos. En la carta apuntan a la contaminación lumínica que afectará a la sensibilidad de los telescopios con la cantidad de partículas que habrá en el aire y a la transparencia atmosférica, junto con dañar los instrumentos.
Andrea Mejías, astrónoma y coordinadora del Chilean Telescope Allocation Committee (CNTAC) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile (FCFM), explica a Mala Espina que “la norma lumínica actual que tenemos en Chile es insuficiente para garantizar la total protección de los cielos oscuros que tenemos“.
La experta manifiesta que el cielo chileno que abarca Paranal es uno de los más oscuros del mundo, y a pesar de que los sean números pequeños, el porcentaje de impacto que esto tendría en el brillo del cielo afectaría negativamente a las observaciones astronómicas que se desarrollan en ese lugar.
Mejías señala que el proyecto de AES Andes genera un aumento del brillo “y la consecuencia natural es una degradación de la calidad de las observaciones“.
La experta respalda los estudios del primer nivel realizados desde el cerro Paranal, debido a que la calidad de los cielos permite este tipo de observaciones extremas, algo que no se logra realizar en ninguna otra parte del planeta.
La astrónoma declara la importancia de Paranal en el estudio de los cielos chilenos, aportando el encuentro de eventos como un agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia, investigación que fue premiada en 2020 con el Nobel de Física.
Junto a lo anterior, explica que la construcción del Cherenkov Telescope Array (CTA), el primer observatorio terrestre de rayos gamma. Mejías explica que esta característica requiere un cielo mucho más prístino, que solo entrega el cerro Paranal.