El Acuerdo de Minsk fue firmado el 5 de septiembre de 2014 tras los conflictos del Euromaidán, Crimea, pero específicamente para cesar el fuego en la región de Donbass, donde se crearon las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk en respuesta al movimiento proeuropeísta en la capital que terminó con la fuga del presidente Víktor Yanukovich.

Sin embargo, el acuerdo no ha sido respetado en los 8 años de existencia. El conflicto bélico del Donbass ha cobrado 13 mil muertes y 30 mil heridos desde que comenzó, y las Repúblicas Populares son zonas de constante ajetreo con Ucrania.

No obstante, el tratado firmado por representantes de Ucrania, Rusia, Donetsk, Lugansk y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha tenido un punto de quiebre este jueves, cuando Vladimir Putin, presidente de Rusia, decretó su apoyo y reconocimiento a las 2 regiones subversivas del este de Ucrania.

La historia

Este acuerdo nace con la intención del cese al fuego para el conflicto de la frontera este de Ucrania, en las Repúblicas no reconocidas de Donetsk y Luganks. Pero ¿Por qué comenzaron estas?

Las Repúblicas Populares de la región del Donbass nacieron a raíz del conflicto del Euromaidán, una serie de manifestaciones proeuropeístas y nacionalistas que buscaban concretar el ingreso de Ucrania a la OTAN, que terminaron con fuertes represiones estatales, 82 muertes y casi 2 mil heridos.

Este movimiento, que a ojos rusos fue considerado un golpe de Estado, hizo reaccionar a estas regiones que concentraban mayor adhesión a las ideas prorrusas, y tomaron el poder por la fuerza. Al mismo tiempo, Rusa anexaba ilegalmente a Crimea para «salvarlo de los movimientos nacionalistas y europeístas» (en Crimea más del 50% de la población es rusa étnica).

La batalla entre las fuerzas subversivas y el Estado ucraniano convirtió al Donbass en zona de guerra. Ante esto, Ucrania buscó un acuerdo pacificador (eran quienes más habían tenido pérdidas), con la OSCE como mediadora.

 

También te podría interesar: Consejos para no caer en desinformaciones en el conflicto entre Rusia y Ucrania. 

 

Qué dice el Acuerdo de Minsk

El tratado tiene algunos puntos claves con respecto a la pacificación del Donbass:

• Alto al fuego bilateral
• Supervisión y verificación del alto al fuego por la OSCE
• Descentralización del poder
• Asegurar la monitorización permanente de la frontera ruso-ucraniana y su verificación por la OSCE.
• Liberación inmediata de todos los secuestrados y de todas las personas detenidas ilegalmente.
• Prevención de la persecución y el castigo de las personas relacionadas con los hechos que han tenido lugar en algunas áreas de los Óblasts de Donetsk y Lugansk.
• La continuación del diálogo nacional inclusivo.
• Toma de medidas para mejorar la situación humanitaria en el región de Donbass.
• Garantizar la realización anticipada de elecciones locales, en conformidad con la ley ucraniana.
• Retirada de los grupos armados ilegales, equipo militar, así como de los combatientes y de los mercenarios de Ucrania.
• Aprobación del programa de recuperación económica y reconstrucción de la región de Donbass.
• Garantizar la seguridad personal de los participantes en las negociaciones.

La guerra que no cesa

A pesar de los intentos conciliadores de ambas partes, y la constante fiscalización de la OSCE como ente regulador en las fronteras de las Repúblicas Populares, el conflicto bélico siguió (aunque en menor medida) hasta hoy.

De hecho, siempre se consideró que Rusia financiaba a los grupos subversivos para la guerra independentista en territorio ucraniano.

Sin embargo, Vladimir Putin afirmó que intervendrá en favor de los prorrusos con personal e implemento militar, cuando mencionó que reconoce la independencia de los territorios. El líder afirmó que el Acuerdo de Minsk ya no existe.

La intervención militar rusa termina de romper y desvalidar este acuerdo. Además, es posible que el destino de Lugansk y Donetsk sea cercano al de Crimea, y termine siendo territorio ruso, pero con independencia federal.