La policia italiana arrestó a Matteo Messina Denaro, jefe de la mafia Cosa Nostra, tras 30 años prófugo. Es conocido por ser uno de los líderes del crimen organizado más influyentes de Italia. Está condenado a cadena perpetua por múltiples asesinatos, uso de explosivos y asosiación mafiosa.

Pero ¿qué tipo de banda lideraba para ser uno de los hombres más peligrosos de Italia? Cosa Nostra es, básicamente, el origen de la mafia, y como se conoce a la mafia siciliana, a quienes se les atribuyen más de 5 mil muertes, y fueron la inspiración para la película El Padrino.

Su historia se remonta al siglo XIX y sus posibles orígenes se creen cientos de años atrás. Lo que comenzó como una forma de resistencia a las autoridades extranjeras, recurrentes en Sicilia, terminó siendo uno de los modelos criminales más expandidos durante el Siglo XX.

Los orígenes de la mafia

Son muchos los puntos en la historia de Sicilia donde se puede interpretar el origen de la mafia. Lo cierto es que se formó casi de forma conjunta con la personalidad de la isla.

Su estratégica posición comercial, y su expuesta locación militar, hicieron de Sicilia una localidad constantemente invadida por reinos y naciones africanas y europeas. Esto entregó a los isleños una personalidad contraria a la autoridad (ya sea griegos, romanos, fenicios, árabes, o italianos) y cercana a la familia y sus aledaños.

Durante la época feudal nacieron los gabellotti, encargados de cobrar los impuestos en representación de los aristócratas. Este grupo inició con la extorsión en el cobro de renta (que posteriormente sería la base del «pizzo» de la mafia), la organización de bandas de ladrones e incluso la especulación de mercado. Se presume que este podría ser el origen del modus operandi de la mafia siciliana posteriomente.

En este periodo los sicilianos, ya acostumbrados a los abusos de sus superiores, crearon las cosche. Estos eran los primeros grupos de resistencia que utilizaban la violencia ante las ocupaciones de terrenos. Cuando, en 1860, Italia anexó Sicilia y redistribuyó las tierras, la mafia se encargó de ejercer el orden en una localidad abandonada por el Estado y las fuerzas policiales. Ahora defendían territorios y devolvían bienes robados, a cambio de una paga.

Cosa Nostra, la primera mafia

En este punto, mediados del Siglo XIX, la organización criminal siciliana comenzó a ser vinculado a la palabra «mafia». Etimológicamente, está relacionada con varios términos (en árabe y toscano): jactancia agresiva, protección, agresividad, miseria, aunque su origen es incierto.

Desde entonces, la palabra se expandió por el resto de Italia, y posteriormente, por el mundo, siendo vinculado a cualquier organización criminal. Sin embargo, este histórico grupo siciliano se conoce internamente como Cosa Nostra. El colectivo cuenta con ritos de iniciación- como otros de su clase- como la omertá (silencio), el respeto por la familia e incluso algunos mandamientos, como no robar y estar disponible siempre.

Su rol principal era sencillo: ofrecer protección privada ilegal, contra robos, competencia y por un territorio, donde y cuando las herramientas no llegaran. Posteriormente expanderían su «negocio»: contrabando, asesinato, manipulación de contratos públicos, préstamos, entre otros.

Después del periodo feudalista, con un sistema ya formado, principalmente ligado al vandalismo, se vieron amenazados por la Italia Fascista de Benito Mussolini, momento donde muchos miembros emigraron a Estados Unidos (aunque esa es otra historia). No obstante, la crisis y la falta de orden posterior a la Segunda Guerra Mundial, fue un nuevo combustible para la Cosa Nostra.

La mafia siciliana continuó sus actividades convirtiéndose en uno de los servicios de fuerza extra legal más importante de la isla. Rápidamente, comenzó a asociarse con varias organizaciones: ayudaba y retenía a sindicalistas, se unió a la iglesia católica en contra de los socialistas (con quienes peleaban por sus reformas agrarias), e incluso se cree que lograron altos puestos en la política italiana.

Auge y caída de la Cossa Nostra

Durante la segunda mitad del siglo XX la Cossa Nostra vio su periodo más exitoso y más oscuro. El auge en el contrabando de cigarillos y heroína, junto con la consolidación en mercados legales, como el de bienes raíces y construcción, hizo crecer fuertemente a la mafia siciliana.

De la mano de Salvatore «Totó» Riina– considerado uno de los mafiosos más importantes de la historia- liderando los Corleonesi, e intentando llegar a la cúpula de la Cossa Nostra, se convocó una Comisión de la Mafia Siciliana, donde los grandes capos se juntaban para tomar decisiones importantes.

Sin embargo, la ambición de Riina lo llevó a desatar una guerra de mafiosos, que terminó ganando, tras asesinar a los otros líderes. Al mismo tiempo, «Totó» comenzó a matar a funcionarios públicos, periodistas y policias, entre los que destacan los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.

Los jueces, años antes, habían comenzado una investigación contra la Cossa Nostra, que terminó, gracias a las declaraciones del exmiembro Tomasso Buscetta, en la condena de 338 miembros de la mafia (de 475 juzgados). Esto, junto a una deficiente popularidad de la mafia por sus atroces crímenes cometidos, hizo caer a la Cossa Nostra.

Posteriormente llegaría el tiempo de Bernardo Provenzano, que detuvo la ola de violencia, aunque no los delitos. Tras ser arrestado, dejaría en su lugar a un joven Messina Denaro, quien operó como líder siendo prófugo por 17 años.

Actualmente, otras bandas de Italia, como los ‘Ndrangheta o los Camorra, parecen ejercer más influencia en el mundo criminal que la Cossa Nostra. Sin embargo, aún se mantiene activa una de las bandas más importantes y peligrosas de la historia de la mafia, con 519 muertes de civiles a su nombre, y superando las 5 mil contando miembros de bandas rivales.