Después de la aprobación de la reforma electoral de Andrés Manuel López Obrador, se registraron masivas protestas en México. La iniciativa se acogió la semana pasada en el Congreso (72 a favor y 50 en contra), y ahora solo faltaría la firma del presidente para su promulgación.

El proyecto «Plan B» propone la reducción del 85% de los trabajadores del Instituto Nacional Electoral. Contempla la eliminación de la Juntas Ejecutivas Distritales y la disminución de 260 plazas en las Juntas Ejecutivas Locales, organismos encargados de organizar y educar sobre los procesos electorales en sus localidades.

Además, se modifican algunas políticas sobre campaña electoral. Por ejemplo, se permitirá realizar propaganda gubernamental con fondos públicos incluso en procesos electorales.

El argumento del Gobierno es que la institución electoral cobra sobresueldos en los puestos más altos, y que, además, gasta en operaciones injustificadas o duplicadas. El Ejecutivo espera ahorrar más de 270 millones de dólares por la reforma.

Las protestas en México

Este domingo el Zócalo de Ciudad de México se llenó de rosa. Una cantidad masiva de manifestantes- 500 mil según los convocantes y cerca de 100 mil según las autoridades– se reunieron en las inmediaciones del Palacio Nacional, la casa de Gobierno. La intención es detener la reforma electoral, que, según reclaman, romperá y desestabilizará el funcionamiento democrático del país.

Nigerians over to you👇

Mexicans demand free and fair elections. Not a single window was broken, just citizens defending the electoral institute against the president’s wishes of undoing it. This is how real democrats make their voices heard. pic.twitter.com/M5PfqwAoSP

— Peter Obi Stan supporter (@omoelerinjare) February 27, 2023

Pero no solo en la capital se reunieron quienes apoyan al INE, sino que hubo manifestaciones en más de 100 ciudades del país norteamericano. Entre los principales convocantes se encuentran partidos de oposición, que acusan al Gobierno de AMLO de querer afectar el mecanismo democrático justo antes de las elecciones presidenciales, a celebrarse el próximo año.

Por su parte, el presidente ha señalado que entre quienes apoyan y organizan las manifestaciones se encuentran figuras vinculadas a la corrupción, el fraude electoral y el narcogobierno. Entre los convocantes se encuentran Vicente Fox y Felipe Calderón, mandatarios con quienes trabajó Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad culpado de narcotráfico días atrás.

El llamado de los protestantes no era solo al Gobierno, sino también a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El organismo tiene la capacidad de declarar inconstitucional las medidas y atrasar aún más su implementación.

Por el momento, López Obrador no ha mostrado señales de tener intenciones de parar el proyecto. De hecho, desestimó la población reunida, en un país con 127 millones de habitantes, señaló que «simpatizantes del conservadurismo en México deben ser como 25 millones, que los debemos de respetar porque ese es su pensamiento».