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Qué es el invierno nuclear

Qué es el invierno nuclear

El invierno nuclear provocaría dificultades para cosechar en la industria de la agricultura y, por consiguiente, hambruna.

La semana pasada, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la suspensión del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III), el cual tiene como objetivo el desarme nuclear. Esta decisión podría provocar una catástrofe climática. En esta nota te explicamos qué es el invierno nuclear. 

Es una posible consecuencia medioambiental catastrófica a largo plazo derivada del intercambio de armas nucleares. 

Según el Centro para el Estudio del Riesgo Existencial (CSER) de la Universidad de Cambridge, los riesgos de un intercambio nuclear están en su nivel más alto en 40 años debido al conflicto que involucra a Rusia, Ucrania y a los miembros de la OTAN.

Qué es el invierno nuclear

El invierno nuclear es una teoría científica que considera que las detonaciones de los intercambios nucleares arrojan grandes cantidades de escombros a la estratosfera.

Según CSER, estos escombros acabarían bloqueando gran parte del sol, provocando descensos globales de la temperatura, pérdidas masivas de cosechas y hambrunas generalizadas.

Asimismo, combinado con la radiación, tendría efectos colaterales importantes que provocarían la muerte de millones de personas más, incluso si están lejos de cualquier explosión.

¿De dónde viene esta teoría?

Las ideas del invierno nuclear no son nuevas. Las primeras descripciones sobre este concepto fueron documentadas durante la Guerra Fría (1947 y 1991).

Además de ser un conflicto en el que Estados Unidos y la Unión Soviética compitieron por el puesto de primera potencia, fue  un período en el que crecieron los arsenales nucleares.

Según Naciones Unidas, en 1955 habían 3.000 armas nucleares en el mundo, diez años después habían más de 37.000. Para finales de los años ochenta este número aumentó 62%. 

En la actualidad, según la Federación de Científicos Estadounidenses, hay alrededor de 13.000 armas nucleares de las cuales el 90% las tienen el país norteamericano y la actual Rusia.