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30 de marzo de 2023Entendiendo las históricas protestas en Israel por la reforma judicial
Como Israel no posee una constitución, no existe una "ley mayor" que impida estos cambios.
Por John AldayEstas últimas semanas se han presentado las protestas más masivas en la historia de Israel. Una reforma judicial bastante criticada en la comunidad internacional presentada por el político más influyente del país ha puesto su futuro en duda.
Hablamos del primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien se encuentra en su sexto mandato en Israel. No obstante, es primera vez que llega al poder con grupo político tan compacto y validado. Tiene mayoría para legislar en su parlamento, la Knesset, con un espectro político principalmente de derecha y religioso.
La reforma judicial de Netanyahu es uno de los pilares de su campaña política. Por esto, se encuentra en un panorama bastante complicado. La presión social de los cientos de miles de personas protestando contra el proyecto -que argumentan con el posible desequilibrio los poderes fácticos– condiciona su futuro en la política. Por otro lado, no aprobar la reforma podría costarle el compromiso con su coalición.
De hecho, el entonces Ministro de Defensa, Yoav Gallant, fue destituido de su cargo tras solicitar una pausa para la tramitación de la reforma. Esto solo encendió aún más las manifestaciones. Finalmente el primer ministro israelí tuvo que aplazar la reforma judicial hasta mediados de año.
Entendiendo las históricas protestas en Israel
Para entender la importancia de esta reforma y las protestas, tenemos que comprender el panorama político israelí. Durante los últimos 20 años Netanyahu ha sido el principal primer ministro del país, en los periodos: 1996-1999, 2009-2020 y desde 2022 hasta hoy. Este último periodo fue reelecto a pesar de estar bajo investigación por soborno, fraude y abuso de confianza.
Para esta época presidencial, Likud, su partido político, llegó al poder con mayoría legislativa y una fuerte coalición de derecha, que alcanzó alta popularidad durante las últimas elecciones. En este contexto, se pensó en una importante reforma judicial, que, según ellos, funcionará para limitar que los tribunales excedan su poder.
No obstante, los críticos y los miles de protestantes señalan que solo buscará romper con el equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial, además entendiendo que ya tienen el «control» en el Legislativo. Como Israel no posee una constitución, no existe una «ley mayor» que impida estos cambios.
La reforma tiene una serie de transformaciones en el sistema judicial:
- Cambiar la conformación del gabinete que selecciona los jueces, de tal forma que el Gobierno represente la mayoría de los escaños.
- Otorgar al Knesset (parlamento) la capacidad de aprobar leyes previamente declaradas inválidas por el Tribunal, omitiendo así las decisiones del Supremo.
- También se elimina la incapacidad física o mental como fundamento para declarar incapaz al primer ministro en su cargo. También se solicita que dos tercios del gabinete ministerial o el propio primer ministro esté de acuerdo con la acción.
Desde el oficialismo argumentan que el Poder Judicial se ha convertido en un centro de autoridad elitista y que no representa al pueblo. Además, que ha extralimitado sus acciones en competencias que no les corresponden.