Mientras el líder de los últimos 20 años intenta mantenerse en el poder, una amplia coalición de centroizquierda busca volver a gobernar tras 70 años.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, estuvo a menos de un punto de ser reelecto en las elecciones de este domingo. Sin embargo, su 49,9% no fue suficiente para terminar con el proceso electoral en primarias (ya que se necesita más de 50%), y pasará a segunda vuelta.
Su contrincante es Kemal Kiliçdaroglu, líder de la oposición que logró reunir varios partidos de izquierda y centroizquierda, que consiguió 44,9% de los votos.
Además, el ultranacionalista Sinan Ogan consiguió más de un 5% de las preferencias. El apoyo de este candidato podría ser fundamental a la hora de definirse entre Erdoğan y Kiliçdaroglu.
Erdogan ha sido el único presidente de Turquía electo democráticamente en un sufragio universal. Esto ya que antes de 2014 el mandatario era elegido por la Asamblea Nacional. Ahora el líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) parte con una leve ventaja sobre su rival, en la primera segunda vuelta presidencial en la historia del país.
Erdogan vs Kiliçdaroglu: ¿Qué se juega en las elecciones de Turquía?
Erdogan ha sido líder de Turquía los últimos 20 años, entre 2014 y 2023 como presidente, y entre 2003-2013 como primer ministro (antes de la reforma electoral). Un gobierno que comenzó siendo catalogado como un proyecto reformista y un ejemplo de la política moderada y democrática del Oriente Medio (1), terminó con fuertes críticas al autoritarismo y la represión del “erdoganismo”.
Tras varios años en el poder, Erdogan ha sido acusado de suprimir la libertad de expresión, reprimir a la oposición política e intentar aferrarse al poder. Durante estas mismas elecciones, se señaló que partidarios de AKP objetaron los resultados de las mesas donde ganaba Kiliçdaroglu (2). Esto provocó que el recuento del comicio fuese inestable y dudoso, en un proceso que terminó con un resultado claro recién el día lunes.
Asimismo, durante las últimas décadas AKP también ha sido la principal fuerza en el parlamento. Un escenario que se repite nuevamente, ya que consiguieron 267 diputados (de 600) este domingo. Junto al Partido de Acción Nacionalista, aliado de ultraderecha, obtienen más de la mitad de los escaños. Si Erdoğan gana en segunda vuelta, tendría la fuerza presidencial y parlamentaria para desarrollar su proyecto político.
¿Una turquía renovada?
Por su parte, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) de Kemal Kiliçdaroglu, no llega al Gobierno desde 1950. Es el partido más antiguo de Turquía, y lideró el país durante 20 años en la época unipartidista (solo existía ese partido) en una etapa altamente reformista.
Desde entonces, la derecha nacionalista ha estado en la cabeza del país, salvo el caso de Ahmet Necdet Sezer (2000-2007) un independiente que aplicó políticas reformistas.
Kiliçdaroglu buscará reinstalar un sistema parlamentario, eliminando las facultades presidenciales otorgadas en los últimos años por Erdogan. También busca mejorar sus conflictivas relaciones con Siria, dejar entrar a Suecia en la OTAN, y abordar la crisis migratoria en su país. Asimismo, se ha comprometido con mejorar estándares en Derechos Humanos y libertad de expresión.
Cualquier ganador tomará las riendas un país que pasa por una grave crisis económica, que tiene el precio de la lira turca entre los más devaluados del mundo (1).
Todo se definirá este domingo 28 de mayo en las urnas, en una nación cuya población electoral supera los 60 millones de personas.