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Qué son los bonos verdes y para qué sirven

Qué son los bonos verdes y para qué sirven

En el primer trimestre de 2023, la emisión de bonos verdes se cifró en poco más de 121.500 millones de euros a nivel mundial.

Los bonos verdes, en la práctica, son como cualquier tipo de bono, con la particularidad que, en los “verdes”, los emisores se comprometen a financiar proyectos que tengan un impacto positivo en el medio ambiente.

Pero primero hay que entender bien lo que es un bono. Este es un instrumento financiero utilizado para obtener liquidez en el largo plazo, de esta manera el emisor se compromete a devolver al inversor la cantidad inicial “prestada”, más los intereses previamente pactados. 

Qué son los bonos verdes

Un bono verde es, por lo tanto, una manera que puede ocupar una empresa, un gobierno o un banco para obtener dinero de manera inmediata y en forma de deuda. Este dinero que presta el inversionista al emisor del bono, debe destinarse a proyectos que vayan en mitigación del cambio climático según las categorías que se mencionarán más adelante.

Para que existan criterios estandarizados y la asignación de recursos sea más transparente, el bono debe cumplir con 4 características, los Principios de Bonos Verdes: Uso de Recursos, Proceso y Evaluación de Proyectos, Gestión del Fondo, y Evaluaciones de Desempeño.

Además, hay ciertas exigencias relacionadas a cada tipo de proyecto. Por ejemplo, un proyecto de energía solar, necesita que al menos un 85% de la energía que se va a utilizar para desarrollar ese proyecto, provenga de fuentes renovables. Siguiendo la misma línea, un proyecto de geotermia, requerirá que tener una emisión de gases de efecto invernadero menor a 100 gramos/kilowatt por hora.

De dónde vienen

En 2007 el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático publicó en uno de sus reportes la necesidad de mitigar el cambio climático, inversionistas suecos se vieron interesados en el tema, pero al no ver instrumentos financieros especializados, decidieron hablar con el Banco Mundial sobre la creación de alguno. 

Así, el primer bono verde se emitió en 2007 por parte del Banco Europeo de Inversiones, y al año siguiente se sumó el Banco Mundial, extendiendo la posibilidad de acceder a estos a más inversionistas.

Categorías

Según establecen los Principios de Bonos Verdes, existen ciertas categorías a las que deben ir destinados los recursos para que el bono pueda recibir el apellido de “verde”, estas son:

  • Energías renovables
  • Eficiencia energética
  • Gestión sostenible del agua
  • Edificios ecológicos
  • Sistemas de información sobre cambio climático 
  • Tecnologías y procesos que ayuden a la economía circular
  • Transporte limpio
  • Conservación de la biodiversidad
  • Gestión sostenible de recursos naturales

Además de ayudar a mitigar el cambio climático, los bonos verdes se han convertido en un instrumento de imagen de marca. Una emisora de bonos verdes logra un mejor acercamiento hacia potenciales inversores, ya que al tener esa calificación de “verde” se convierte en una opción mucho más atractiva.