Hace más de 50 años que el primer Al Assad tomó el poder por la fuerza en Siria. Este domingo Bashar Al Assad salió de Damasco y escapó a Rusia, mientras los rebeldes toman el control del país árabe.
Después de más de 50 años de régimen y 12 de guerra civil, el régimne de Al Assad en Siria cayó.
El líder Bashar Al Assad escapó de Damasco este fin de semana. Ahora está con asilo político en Rusia, uno de sus principales aliados en estas dos décadas de Gobierno.
Por su parte, el grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham (que lanzó su ofensiva militar hace 12 días) tomó este domingo Damasco, la capital siria.
Ahora, las fuerzas rebeldes deberán definir el futuro de su país. Por el momento, señalan que buscarán instaurar instituciones políticas a través de formas democráticas.
¿Cómo nació el régimen de Al Assad en Siria?
A principios de la década de 1920 Siria se instauró como un reino, aunque en la práctica era una colonia francesa. En 1946 se proclamó la independencia del país árabe, aunque los poderes fácticos del reino siguieron liderando la nación. Además, el sistema feudal y la concentración de la riqueza se mantuvo.
Entonces, tres años más tarde, llegó el primero de muchos golpes de Estado de carácter militar que se sucedieron. En este contexto nació el Partido Baaz Árabe Socialista, que con gran apoyo popular (principalmente laboral y agrario) terminó realizando su propio golpe en 1963.
Sin embargo, entre ese año y 1971 hubo dos golpes más en la interna del partido. En los tres participó Háfez Al Assad y en el último se autoproclamó el líder del país. Háfez Al Assad es el padre del depuesto autócrata sirio.
Al Assad se abrió a fortalecer sus relaciones exteriores. Desde un inicio se consideró un aliado de Palestina en contra de Israel, aunque también detuvo varias revueltas islámicas en la interna de su país (que terminaron con la fatal Masacre de Hama).
Durante tres décadas Al Assad retuvo el poder, y en el momento de su muerte lo sucedió su hijo, Bashar Al Assad.
La Primavera Árabe y la caída de Al Assad
Bashar Al Assad mantuvo la línea de su predecesor, aunque la situación en Siria durante las últimas dos décadas fue un poco más compleja.
A fines de 2010 comenzó la Primavera Árabe, una serie de manifestaciones en las naciones árabes que reclamaban en contra de sus Gobiernos (dictaduras que llevaban décadas) en favor de la democracia y los derechos sociales.
Al Assad respondió a las protestas con una fuerte represión, que terminó con la vida de miles de civiles.
Desde entonces que el líder sirio enfrentaba serias acusaciones internacionales por violaciones de derechos humanos, principalmente desde Estados Unidos, país que aplicó fuertes sanciones económicas. También suspendieron a Siria de la Liga Árabe a causa de la violencia ejercida por el gobierno.
Incluso la ONU acusó a Damasco de utilizar armas químicas en contra de los manifestantes en los años venideros.
En 2011 comenzó una guerra civil que causó la huida de millones de sirios en los años próximos.
Gracias a el apoyo de Irán y Rusia Al Assad mantuvo el control de zonas claves del país.
Sin embargo, con el apoyo de Turquía y Estados Unidos, las Fuerzas Democráticas Sirias lograron controlar algunos territorios al norte del país y seguir con la guerra.
Ahora, con los principales aliados militares de Al Assad debilitadas y ocupadas por los conflictos contra Ucrania e Israel, la Hayat Tahrir al-Sham lanzó un último ataque. En 12 días vencieron y terminaron con el régimen de los Al Assad después de medio siglo en el poder.