Guantánamo: la cárcel para terroristas que ahora alberga a miembros del Tren de Aragua

La prisión recibió el jueves los primeros detenidos del Tren de Aragua. Esta es la historia de la cárcel de máxima seguridad que fue creada tras los atentados contra las Torres Gemelas en 2001.
Uno de los recientes anuncios del mandatario estadounidense, Donald Trump, advertía del envío de inmigrantes ilegales peligrosos a la cárcel ubicada en la base militar de Guantánamo, conocida por servir de prisión para terroristas.
La advertencia se transformó en realidad el jueves: 10 prisioneros pertenecientes al Tren de Aragua fueron transportados a la cárcel, generando preocupación sobre los métodos de interrogación que las autoridades podrían utilizar y que en el pasado fueron motivos para cuestionar la utilidad del centro de detención.
Cómo es la cárcel de Guantánamo
Con 117 kilómetros cuadrados y ubicada a 920 kilómetros de La Habana, la Base Naval de Guantánamo está ubicada en el extremo sureste de la Isla de Cuba.
Fue ocupada militarmente por Estados Unidos en 1893 tras la derrota española. Y desde 1903 es arrendada por el gobierno norteamericano. Cuba la reclama como propia y parte del municipio de Caimanera.
Está ocupada militarmente por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y desde 2002 parte de la base sirve como prisión militar de alta seguridad para terroristas capturados en Europa o Medio Oriente.
La cárcel se distribuye en cuatro campos protegidos 24/7 por militares estadounidenses, cada uno de estos con 48 celdas para los detenidos, junto al llamado “Campo Eco“, que tiene la capacidad para 178 personas y es considerado como uno de los más rígidos.
Lo anterior se debe a que las celdas del “Campo Eco” están hechas de acero, no tienen ventanas y los prisioneros pasan 22 horas al día confinados.
Y es en este campo en donde se estima, por Amnistía Internacional, que el 80% de los detenidos se encuentran recluidos.
Los prisioneros de Guantánamo no pueden recibir visitas de sus familiares ni amigos. Desde marzo del año 2008, se les permitió comunicarse con ellos por vía telefónica regularmente.
Creación de la cárcel
Después de los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York, el presidente George W. Bush ordenó la construcción de la prisión con el objetivo de enviar a prisioneros acusados de terrorismo, la mayoría de ellos provenientes de Afganistán.
El día 11 de enero del año 2002 serían transportados los primeros 20 detenidos, acusados de terrorismo.
Desde sus inicios, Estados Unidos mantuvo la identidad de los prisioneros de Guantánamo en secreto, sin embargo, la presión de los medios, utilizando la Ley de Transparencia, ordenó al Ejército publicar los nombres de los reclusos.
Como respuesta, se reconoció que había 779 detenidos en la prisión, todos capturados y trasladados en secreto.
Acusaciones de tortura en prisión Guantánamo
Los detenidos han acusado durante años que en la cárcel de Guantánamo se practican torturas y abusos.
En diciembre del año 2004, el FBI participó en interrogatorios en la prisión y sus testimonios afirmaron la existencia de abusos.
Desde la privación de agua y comida y encadenamientos al suelo, hasta ser forzados a orinarse encima, eran algunas de las torturas que se practicaban contra los detenidos.
Denuncias y filtraciones
En 2009, la ONU apuntó a Guantánamo por torturas de alimentación forzada. Además, las filtraciones de Wikileaks ocurridas en 2011 revelaron que Estados Unidos habría detenido a “ancianos con demencia senil, adolescentes, maestros de escuela o granjeros sin ningún vínculo con la jihad”.
Junto a estas declaraciones y publicaciones, el año 2015 fue publicado el libro “Diario de Guantánamo“, por el exprisionero Mohamedou Ould Slahi, quien cuenta su experiencia en las diversas torturas a las que fue expuesto durante sus 13 años en la cárcel.
Intentos de cierre y traslados de Donald Trump
Tanto Bush como Barack Obama y Joe Biden han expresado sus intenciones de cerrar la prisión de Guantánamo.
La administración de Obama firmó una orden para el desmantelamiento de la prisión por un año, sin embargo, no logró su total clausura.
Junto a esto, Joe Biden también afirmó que buscaría cerrar la cárcel. Tampoco hubo resultados.