Por Augusto Valenzuela Esta semana se dio a conocer el resultado de una investigación referente a la actividad pública en Twitter, hecha por el Laboratorio Social Listening Lab, en la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica. En el estudio se concluye que, en los últimos dos meses, más de 13 mil usuarios […]
Por Augusto Valenzuela
Esta semana se dio a conocer el resultado de una investigación referente a la actividad pública en Twitter, hecha por el Laboratorio Social Listening Lab, en la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica.
En el estudio se concluye que, en los últimos dos meses, más de 13 mil usuarios chilenos han tuiteado mensajes antivacunas. Además, estos han sido retuiteados cerca de medio millón de veces, lo que corresponde, según la investigación, a más de la mitad de todas las interacciones que tratan sobre el ámbito de la vacunación, en el país.
En la carta enviada a El Mercurio este lunes, los investigadores Claudio Villegas y Cristián Huepe, resaltan esta conclusión del estudio y califican la situación como “alarmante”.
Consultado por Mala Espina Check, el antropólogo Claudio Villegas, dice que la estrategia para combatir a los grupos antivacunas es, tener buenos argumentos a favor de la inoculación. Según Villegas, hay que “pillar buenos argumentos y difundirlos en los espacios de ellos”, en referencia a los grupos que se oponen a las vacunas.
De acuerdo con Villegas, la falta de argumentos a favor de la inoculación permite, en gran medida, que los usuarios que difunden mensajes en contra de las vacunas puedan ganar adherentes en la red.
En la misiva enviada a El Mercurio, también se describe que las redes sociales utilizan algoritmos que “dividen y radicalizan” a los usuarios. Según el texto que firman ambos investigadores, aquellas optimizan la segmentación de mercado, segregando al público “en comunidades monolíticas basadas en perfiles estereotipados”.
Lo anterior daría como resultado que los usuarios estén expuestos a “dosis de miedo, rabia y desprecio por otros puntos de vista”, según se detalla en la carta. Además, también favorecería la adhesión por teorías conspirativas que son compartidas por grupos con múltiples afinidades ideológicas que van desde grupos conservadores religiosos, hasta comunidades progresistas.
Consultado por este fenómeno, Claudio Villegas recomienda, como una forma de combatir la llamada infodemia, no bloquear a los usuarios que sostienen ideas contrarias. “Terminas generando tu propia cámara de eco”, explica el antropólogo, donde el usuario prestaría atención solamente a posturas afines a las propias. Según Villegas, cuando esto sucede “corres el riesgo de tú mismo terminar radicalizándote”.