Como cada año desde hace décadas, hoy se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que nace como una necesidad de denuncia a las distintas formas de violencia ejercidas contra las mujeres en todo el mundo y el llamado a adoptar políticas públicas en camino a su erradicación. Con […]
Como cada año desde hace décadas, hoy se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que nace como una necesidad de denuncia a las distintas formas de violencia ejercidas contra las mujeres en todo el mundo y el llamado a adoptar políticas públicas en camino a su erradicación.
Con la pandemia, este año ha sido particularmente preocupante en cuanto a violencia de género, de la cual se ha visto un aumento debido a la cuarentena, especialmente en el hogar. A continuación te presentamos una radiografía con las cifras que se tienen hasta la fecha y de años anteriores.
¿Por qué el 25 de noviembre?
La fecha elegida para esta conmemoración busca honrar la memoria de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas dominicanas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Trujillo.
Si bien desde 1981 se realizan los Encuentros Feministas en Latinoamérica y el Caribe que conmemoran este día como el de la no-violencia contra la mujer, la Asamblea General de la ONU adoptó el año 2000 la resolución que oficialmente designa esta fecha como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Antes de eso, Naciones Unidas ya había emitido una resolución en 1993 que sentó las bases en esta temática: la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer”.
Las cifras en Chile
Al 25 de noviembre de este año, el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género contabiliza 36 femicidios consumados. Hasta el momento, 11 menos que el año pasado.
No es así en el caso de los femicidios frustrados, que han ido en aumento este año. A la fecha han habido 132 casos de este tipo, la cifra más alta de los últimos siete años.
Si evaluamos la relación femicidios frustrados versus consumados, de 167 intentos de femicidio ocurridos este año, 21,4% de estos han sido consumados.
Las cuarentenas producto de la pandemia han sido un factor que han llevado al alza la violencia de género. En Chile, esto ha quedado plasmado en las cifras que nos ha facilitado el Ministerio de la Mujer de los llamados al fono 1455 de orientación en violencia contra la mujer, en las que ha habido un aumento significativo en relación al año pasado.
A octubre de este año, se ha registrado un aumento de 154,20% de llamados al 1455, con respecto al total acumulado a la misma fecha el año pasado.
Si contabilizamos a partir de marzo, mes que coincide con la llegada del Covid-19 a nuestro país, el aumento ha sido de un 183,60%.
Según Carla Rojas, académica de pre y postgrado en diversidad de género e inclusión en la Facultad de Economía de la Universidad de Chile y experta en Hay Mujeres, “el aumento de los llamados es producto del aumento de la violencia de género, porque para el victimario efectivamente la situación de confinamiento es el escenario ideal, porque tiene a la víctima aislada, sin ningún apoyo, sin ninguna red, y además entendiendo que ella para salir en ese minuto del lugar va a ser muy difícil”.
Por último, la Fiscalía Nacional nos facilitó las cifras de víctimas de violencia intrafamiliar ingresadas por género. A septiembre de este año, han habido 76.331 víctimas mujeres, de un total de 100.676 denuncias.
En el total se incluyen mujeres, hombres y una pequeña cifra
de personas con sexo no identificado. La Fiscalía Nacional cataloga
automáticamente como víctimas a las denuncias ingresadas
por violencia intrafamiliar.
Para Rojas, que bajen las denuncias formales no significa que “baje la reproducción de la violencia o las acciones violentas hacia las mujeres”, como se puede ver en el aumento de los llamados al 1455. “Más bien las mujeres ya entienden que no van a ser acogidas en la denuncia, que usualmente ellas son revictimizadas durante el proceso de denuncia, por lo tanto muchas lo evitan”.
¿Hacia dónde hay que avanzar?
Claudia Núñez, coordinadora de Juntas en Acción, cree que “la educación cumple un papel importante en la prevención y erradicación de la violencia de género, y para eso necesitamos contar con una educación no sexista, con capacitaciones a policías y operadores de justicia, con formación para funcionarios/as de la salud, etc.”.
Núñez también hace hincapié en la importancia de que avance el proyecto de ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, en el que – entre otras cosas – se reconocen distintos tipos de violencia contra la mujer, como por ejemplo la física, psicológica, sexual, económica, institucional, entre otras.
De esta forma, la coordinadora señala que si bien ha habido una toma de consciencia de la ciudadanía, esta “no ha ido acompañada de políticas públicas con la celeridad que nosotras quisiéramos”.
Carla Rojas, por su parte, agrega que “necesitamos fuertemente una ley integral de no violencia contra las mujeres”, porque a pesar de que existan leyes, no se están respetando. “Todos los avances se han logrado por las luchas de los movimientos feministas que actualmente han liderado este cambio social, pero necesitamos de los actores políticos y relevantes del Estado para generar cambios”.
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