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Qué es el sistema mixto de pensiones

Sistema mixto de pensiones

La iniciativa presentada por el Gobierno reemplazaría el sistema de capitalización individual.

Este miércoles el presidente Gabriel Boric presentó la reforma para implementar un sistema mixto de pensiones. De implementarse la iniciativa, que debe ser aprobada en el Congreso, reemplazaría el sistema de capitalización individual.

De esta forma, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) se convertirán en Inversores de Pensiones Privados (IPP). Además se creará un Inversor de Pensiones Públicos y Autónomos (IPPA).

De aprobarse el proyecto, los pensionados tendrían la posibilidad de elegir su propio sistema. Además, los fondos no perderían la propiedad y la herabilidad.

¿Qué es el sistema mixto de pensiones?

El sistema mixto de pensiones es una forma de reparto de jubilación que ofrece servicios públicos y privados, que pueden ser complementarios y/o obligatorios. De esta forma, los trabajadores pueden acceder a dos tipos de administradoras. Mientras se aseguran pisos mínimos en el sistema público, puede complementarse o reemplazarse por una institución privada.

Esta forma se utiliza en varios países del mundo. Algunos ejemplos con sistemas de pensiones mixtos son Noruega, Suecia, Australia, Israel e Islandia.

Se diferencia del sistema de capitalización individual, ya que actualmente no existe una opción de administración pública. Estas se diferencian de las ayudas económicas estatales de pensiones complementarias, como la Pensión Garantizada Universal.

De hecho, el sistema mixto no necesariamente elimina las contribuciones estatales como formas de apoyo. En este caso, se mantendrían los bonos como la PGU, Bono por Hijo, Pensión Solidaria por Invalidez, entre otros.

¿Cómo funcionaría el sistema mixto de pensiones en Chile?

Si se aprueba la reforma previsional tal cual como la presentó el Gobierno, existirá complementariamente el IPP y el IPPA. Cada persona podrá elegir en qué institución ingresará su 10,5% de cotización obligatoria para rentabilizar sus ahorros.

Al mismo tiempo, las labores de gestión pasarán al Instituto de Previsión Social mediante el Administrador de Pensiones Autónomo, un nuevo organismo. Allí se administrarán las cuentas de afiliados, recaudaciones, gestión de beneficios, bonos médicos y atención al público.

Las AFP decidirán si quieren convertirse en IPP (para lo que tendrán 24 meses), y definirán su sistema de rentabilización y administración. Por su parte, la IPPA será un organismo autónomo y con patrimonio propio, dirigido por un consejo de siete miembros. Estas “competirán” en el mercado para ver quien logra mejores rentabilizaciones con sus inversiones.

Complementariamente a esto, la reforma propone agregar un 6% de cotización proveniente del empleador. Este se irá a un fondo solidario, que subirá las pensiones de forma inmediata y mejorará los montos de sectores más perjudicados por el actual sistema, como las mujeres, que tienen menos años de cotización.

En pensionados futuros los beneficios dependerán de cuanto aportó cada persona y operará como un seguro social.