En las redes sociales circuló la afirmación de que Chile aprobó un depósito de 96 mil millones para un banco venezolano, pero esto es falso, ya que se trata de la incorporación a Chile como miembro de la Comisión Andina de Fomento (CAF), una institución financiera regional.
Las publicaciones, que circulan por Twitter y Facebook, cuentan con miles de interacciones.
Incluso, la afirmación la compartió un diputado, Gonzalo de la Carrera, que habló de un “banco de fomento venezolano”. De la Carrera fue contactado por Mala Espina, y señaló que mantiene su afirmación, justificándola sobre los proyectos aprobados a Venezuela.
La CAF, sin embargo, es una institución de fomento financiero y de desarrollo de nivel regional, siendo Venezuela solo uno de los miembros.
Los últimos financiamientos a ese país fueron aprobados en 2018- ya que redujo su participación en el capital- aunque muchos de estos se mantienen activos.
Además, el parlamentario indicó que en el Convenio Constitutivo de la organización, un artículo indica que “los instrumentos de adhesión se depositarán en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela”. No obstante, estos instrumentos son documentos de ratificación sobre el consentimiento de un país para incorporarse a un pacto, por tanto, es una acción meramente administrativa.
Es falso que Chile aprobó un depósito de 96 mil millones a un banco venezolano
La afirmación compartida es incorrecta, ya que sólo se aprobó la reintegración como miembro pleno en una organización financiera multilateral. Esta es similar a otras como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Probablemente se piensa que es una institución venezolana ya que su sede principal se encuentra en Caracas, capital de Venezuela, desde su fundación, hace 50 años.
Le consultamos al excanciller, Heraldo Muñoz, quien sostuvo que la CAF es un banco “serio y sólido”, que “nada tiene que ver con el gobierno de Venezuela, pese a que su sede está ubicada allí”. De hecho, el exministro señaló que la CAF “se ha transformado en un banco tanto o más importante que el BID, y desde hace años que se deseaba el reingreso de Chile”.
La corporación tiene oficinas en gran parte de sus países miembros plenos, y trabaja de forma simultánea con países de la Latinoamérica, el Caribe, España y Portugal y otros 14 bancos privados de la región. Chile es el único país de Sudamérica que no es miembro pleno hasta el momento, y de serlo podría contar con una sede local.
Por otro lado, es real que se entregarán cerca de 96 mil millones anuales como suscripción de nuestro país a la institución hasta 2036. Sin embargo, la inversión tiene retribuciones financieras durante los próximos años. Además, Chile podrá participar en la toma de decisiones dentro del organismo.
Comisión Andina de Fomento y Chile
Es importante mencionar que la relación de la CAF con nuestro país no es nueva. Chile fue uno de los países fundadores de la institución financiera en 1968, pero dejamos la calidad de miembros en 1978, en tiempos de dictadura. Sin embargo, tras el retorno de la democracia, en 1992, Chile volvió a participar como accionista, pero esta vez en la “serie c”, a través de la Corporación Nacional de Fomento, con un pacto renovado en 2007.
Más adelante, en 2011, durante el Gobierno de Sebastián Piñera, el Ministerio de Relaciones Exteriores aprobó el “Convenio entre el Gobierno de la República de Chile y la Corporación Andina de Fomento (CAF)”. Este permitió facilitar las relaciones entre la institución y nuestro país, que se mantenían vigentes.
Finalmente, este año el Ministro de Hacienda, Mario Marcel, solicitó la incorporación de nuestro país como un miembro pleno. Esto permitirá a Chile acceder a asesoría técnica y financiamiento para el sector privado y público. Según el jefe de la cartera, esto “permitirá multiplicar por tres el acceso y, de materializarse el aumento de capital en que está la institución, se podrían quintuplicar”.
Durante los últimos años el organismo ha aprobado diferentes financiamientos a nuestro país. Según informan desde el Ministerio de Hacienda, “Chile cuenta hoy con seis cooperaciones técnicas no reembolsables activas con CAF, por montos sobre 650 mil dólares“.
De hecho, hace algunos meses el presidente ejecutivo de la CAF, Sergio Díaz-Granados, visitó Chile y se reunió con las autoridades nacionales y regionales, donde se evaluaron algunos proyectos de infraestructura, vivienda, inclusión, educación y transformación digital.
Los 96 millones de crédito que entregará Chile
Para la integración de nuestro país a la Comisión, nuestro país debe acceder a dos formas de suscripción que son condiciones para la adhesión. Primero está el pago de capitales ordinarios, con la compra de 102.659 acciones de la serie C, con un valor unitario de 14.200 dólares. Esto se traduce en cerca de 1.458 millones de dólares.
Además, está el pago de capitales de garantía, que se traducen en 24.400 acciones de la serie C, con un valor unitario de 5.000 dólares. Esto sería algo cercano a los 122 millones de dólares. Sumados ambos capitales, se llega a un monto de 1.580 millones de dólares, más de 1.4 billones de pesos chilenos al dólar actual. Si tenemos en cuenta que el pacto es hasta 2036- y considerando el 2022- serían sobre los 95.200 millones de pesos anuales.
Sin embargo, como explican desde Hacienda, “los aportes corresponden a compras de activos financieros y no afectan el patrimonio neto del Estado, por lo que el Proyecto de Acuerdo aprobado por el Parlamento no irroga gasto fiscal“.
Además, la CAF volverá a ser una fuente de financiamiento para Chile, como lo es en forma continental. La capacidad de endeudamiento de Chile es el 15% del total de préstamos de la institución, que se traduce en 4.500 millones de dólares. Estos principalmente aputan a desarrollo regional, infraestructura nacional, cambio climático y educación.
Asimismo, Chile tendrá acceso a 1 millón de dólares para Fondo de Cooperación Técnica (FCT). Esto significa publicaciones especializadas, consultorías, acompañamiento técnico, entre otras, principalmente sobre infraestructura y desarrollo regional.
La CAF no es un banco venezolano
Esta organización no es un banco venezolano, sino una institución no gubernamental sin fines de lucro encargado del desarrollo en Latinoamérica y el Caribe y de carácter multilateral. Su presidente ejecutivo, y máxima autoridad, Díaz Granados, es exministro de Comercio de Colombia, de un partido de pensamiento liberal.
De hecho, como informan desde Hacienda, la CAF tiene sede en Venezuela, así como “CEPAL tiene su sede en Chile desde hace muchas décadas u otras instituciones. Lo anterior, no implica ninguna relación en particular, ningún lineamiento con el gobierno del país que lo acoge”.
Incluso, agregan que “la CAF actualmente no tiene un flujo de nuevos créditos a Venezuela, de hecho, no ha aprobado ninguno desde el año 2018“. Además, agregan que “Venezuela ha estado reduciendo su participación en el capital. De tal manera que, en este momento, la relación de la CAF con Venezuela es básicamente administrativa”.
Asimismo, la cartera informa que “aproximadamente un 65% de los funcionarios de la institución se encuentran ubicados en las 13 sedes que tiene en la región, España y El Caribe”. También mencionan que “la vicepresidencia ejecutiva opera desde Panamá y todas las áreas del negocio están descentralizadas entre Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Perú“.
Además, en el Convenio Constitutivo firmado en marzo de 2022, que aclara las directrices y normativa de la organización, estuvo presente Chile. Asimismo, cuenta con informes anuales de transparencia sobre los financiamientos realizados año a año. Allí se puede ver los ingresos aprobados para los países miembros de la Comisión