El brasileño dirigió el Banco Central de su país y trabajó en el Fondo Monetario Internacional.
El brasileño Ilan Goldfajn se convirtió en el nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El exlíder del Banco Central de su país se impuso sobre Nicolás Eyzaguirre, el candidato presentado por Chile. De esta forma, se reemplaza a Mauricio Claver-Carone, quien salió de la dirección tras revelarse una relación amorosa con una funcionaria de la organización, a quién le subió el sueldo en algunas ocasiones.
Goldfajn obtuvo cerca del 80% de las preferencias, definido principalmente por Estados Unidos, Argentina y Brasil, los más importantes accionistas de la organización. Mientras el chileno consiguió 9,93%, el postulante mexicano, Gerardo Esquivel, sacó un 8,21 %, y el representante de Trinidad y Tobago, Gerard Johnson, 1,61%.
El BID es una de las organizaciones financieras más importantes del globo, al nivel del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Andina de Fomento (CAF).
La institución, que cuenta con seis miembros prestatarios, gastó sobre 23 mil millones en financiamiento de proyectos. Su principal objetivo es la eliminación de la pobreza y alcanzar la equidad social. Esto lo realizan invirtiendo en proyectos de desarrollo (salud, educación, infraestructura) en los países partícipes.
Solo en Chile se aprobaron 1.120 millones en proyectos nacionales. Además, en toda la historia de nuestro país con la institución- larga por ser miembro fundador- han concluído 602 programas financiados por el BID.
¿Quién es Ilan Goldfajn?
Goldfajn es nacido en Haifa, una gran ciudad de Israel, pero criado desde pequeño en Río de Janeiro y nacionalizado brasileño. Consiguió un título de Economía en la Universidad Federal de Río de Janeiro y un máster en el área en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, donde posteriormente sería profesor. Más tarde estudiaría un doctorado en Economía en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos.
A sus 30 años comenzó a trabajar en el FMI, donde estuvo tres años. Después volvería a la institución, pero ya como Director del Departamento del Hemisferio Occidental, cargo que mantenía hasta que postuló a la presidencia del BID, donde se le consideró fundamental para desarrollar políticas sobre el cambio climático.
Asimismo, logró conseguir la dirección del Banco Central de Brasil en el año 2016, uno de los puestos de economía más importantes de su país. Además, recordemos que la gran nación sudamericana es la que concentra mayor PBI en toda América Latina, la segunda de todo el continente y la treceava de todo el mundo.
En 2017 ganó el puesto de Banquero Central del Año por la revista The Banker. Posteriormente, en 2018 lo nombraron Mejor Banquero Central en la revista Global Finance
También Goldfajn trabajó como economista jefe y fue socio de Itaú Unibanco, la más grande institución financiera privada de América Latina. Por su parte, ha sido socio en empresas como Gávea Investimentos, Credit Suisse Brasil, Ciano Investimentos.
¿Qué significa la elección de Goldfajn?
Goldfajn fue propuesto este año para la dirección del BID por el expresidente Jair Bolsonaro. Esto generó varias reacciones, ya que los otros tres miembros candidateados provenian de Gobiernos de izquierda: Chile, México y Argentina, contrarios al gobierno de derecha conservadora de Bolsonaro.
De hecho, el Gobierno mexicano publicó una carta donde se manifiesta su claro rechazo a la elección del brasileño. Su presidente, Manuel López Obrador, señaló en la prensa que “no hay un cambio en la elección del director del BID, es más de lo mismo, es lo que se ha venido aplicando durante todo el período neoliberal”.
No obstante, Goldfajn ha intentado desmarcarse lo más posible de un sector político, posicionándose desde un rol meramente técnico. Incluso, señaló que “será un placer” trabajar con el Gobierno de Lula da Silva, el opositor de Jair Bolsonaro y último ganador de las elecciones en Brasil, señalando que los lineamientos de su agenda están vinculados a los intereses del actual Gobierno.
El brasileño queda a cargo de uno de los pilares del desarrollo financiero y social en el continente, en un momento de fuerte recesión económica, con incertidumbre post guerra y pandemia, y con muchos países con una gran deuda fiscal, como Chile.