Si las empresas de prestación privadas caen de forma simultánea, solo podrían afiliarse a Fonasa.
La crisis de las Isapres y sus potenciales consecuencias tienen a expertos y políticos buscando soluciones rápidas, y el “Grupo E” de Fonasa parece serlo. Esta es una iniciativa presentada por una serie de parlamentarios encabezados por Tomás Lagomarsino (PR).
El declive económico de las Isapres- que cuentan con 3.3 millones de cleintes- podría provocar varias problemáticas. Si las empresas de prestación privadas caen de forma simultánea, solo podrían afiliarse a Fonasa, aumentando considerablemente el número de usuarios. Y, a pesar de que aún se podrían atender en el sistema privado, ya habrían perdido ahí sus beneficios, lo que podría generar también una alza de pacientes en las instituciones públicas, que ya están colapsadas.
Por su parte, el Gobierno citó para este viernes 3 una reunión liderada por la carte de Salud, donde participarán parlamentarios de las Comisiones de Salud y Colegio Médico para encontrar la mejor solución legislativa a la crisis. La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, señaló que ya hay importantes traspasos de Isapre a Fonasa. Además, desde el Ejecutivo han sido claros en señalar que el déficit financiero es estrictamente culpa de la administración de las empresas.
La iniciativa de Lagomarsino busca una integración más expedita desde Isapre hasta Fonasa. Además, la intención es mantener la libertad de elección y evitar una crisis económica en los servicios privados. Con esto, además, dejarían un paso más claro para la transición a un fondo universal de salud, como propone el Gobierno de Gabriel Boric.
¿Cómo funciona la idea del Grupo E de Fonasa?
La propuesta indica que una vez que quiebre una Isapre, sus afiliados podrán irse con sus propios contratos (que hicieron con la empresa) al Grupo E. Actualmente, todos tendrían que ir a los fondos regulares (A, B, C y D), donde perderían sus actuales beneficios, y posibles afiliaciones y tratamientos en las clínicas. Con esto, también, se busca evitar una fuga grande en los servicios privados y el colpaso en el sector público.
Este grupo tendrá su propia normativa. Primero, tendrá la atribución exclusiva de recibir tanto el 7% obligatorio como seguros voluntarios complementarios para ese único fondo (el % adicional si venías con un plan más completo desde la Isapre). Los montos se recaudarán en una arca propia, para financiar los gastos de ese grupo exclusivamente con su dinero. Por supuesto, estos tendrán los mismos beneficios que antes, permitiédoles continuar con sus tratamientos.
Además, los usuarios podrán decidir, una vez ahí, si prefieren ingresar a los fondos normales de Fonasa (con opción de seguro voluntario), o irse a otra empresa de Isapre. Asimismo, Fonasa podrá mantener y actualizar los convenios con las clínicas privadas que vengan anexas a los contratos de los clientes de Isapre.
Asimismo, pasado 12 meses, los planes se irán “estandarizando”, en el sentido que se reducirá el número de opciones disponibles. Actualmente existen más de 40 mil planes en Isapre, y esta amplia diversidad encarece la administración de las mismas.
Por otra parte, Fonasa tendrá la capacidad de solicitar el traspaso de los trabajadores escenciales de Isapres, en conjunto de los sistemas informáticos de la gestión, para mantener los servicios de salud mientras se realizan los masivos traspasos.
La normativa funcionará de forma transitoria, durante el tiempo que la ley estime conveniente. Es por esto que ningún afiliado externo a la norma (venir de una Isapre en quiebra) puede integrarse al Grupo E.
Aún no se sabe con certeza si será esta u otra solución la que se aplicará para frenar la crisis. El Gobierno y los privados se encuentran trabajando en soluciones.