En Chile el 7,5% de las personas en reclusión son mujeres, cifra que lo posiciona como el segundo país de América del Sur con la mayor proporción de mujeres privadas de libertad.
En enero se dio a conocer que en la cárcel de mujeres de San Miguel una interna dio a luz a su hija en un pasillo del penal durante la noche del 25 de diciembre.
El hecho causó indignación por la grave vulneración de derechos de una mujer privada en libertad y abrió nuevamente el debate de cómo se aborda la maternidad dentro de la cárcel.
Cárcel de mujeres en Chile
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODOC), se estima que globalmente hay alrededor de 800.000 mujeres privadas de libertad, las que componen casi el 7% de la población carcelaria mundial.
Desde 2000 a 2019 el número de reclusión femenina aumentó significativamente en más de un 30%, según Naciones Unidas. Otros estudios, como el World Prision Brief, establecen que el numero de mujeres y niñas en prisión ha incrementado cerca del 60% desde el 2000 hasta la fecha.
En Chile, el último reporte estadístico de Gendarmería señala que hay 3.342 mujeres privadas de libertad, representando el 7,5% del total de personas en reclusión.
Esta cifra sitúa a Chile como el segundo país de América del Sur con la mayor proporción de mujeres privadas de libertad (7,5%), solo superado por Venezuela (7,8%), así lo indica World Prision Brief.
“En Chile, hay una alta participación de mujeres en ciertos delitos, fundamentalmente al microtráfico de drogas. En el norte existe el fenómeno de más que hay más mujeres asociadas al porte de droga, eso hace que la prisión preventiva por el delito de tráfico en el norte tenga una incidencia mucho más alta que el resto y eso eleva la cifra a nivel país“, señala Pablo Aranda, Jefe Nacional de Estudios de la Defensoría Penal Pública
¿Cómo se aborda la maternidad?
En 2021 el Centro de Estudios Sociedad & Justicia de la UC señaló que aproximadamente el 89% de las mujeres presas son madres. A octubre del 2019, habían 75 mujeres embarazadas y 104 con hijos(as) lactantes o menores de dos años. Además de 106 lactantes y niños(as) menores de 2 años.
En todas las cárceles de mujeres existen secciones materno-infantil para embarazadas y madres con hijos(as) lactantes de hasta dos años. Sin embargo no todas cuentan con las condiciones necesarias.
Respecto al caso que se mencionó al inicio de esta nota, el Comité para la Prevención de la Tortura denunció que esta sección no tenía cupos, por lo que la mujer privada de libertad no contó con el monitoreo permanente. Asimismo no había personal médico especializado, ni tampoco vehículos para transportarla a un centro médico.
“Hay una problemática estructural que tiene que ver con los recursos que tiene Gendarmería, la atención médica y obstetricia que reciben las internas, incluso pediátrica para el caso de los hijos de las internas. En eso hay harto recorrido que hacer, el enfoque de género sigue en el discurso, pero en materia concreta falta mucho“, comenta Aranda.
Por las condiciones de vulnerabilidad que viven las mujeres privadas de libertad que están embarazadas, puérperas y con hijos menores, hace cinco años en el Congreso se presentó la proyecto de Ley Sayén, que busca que mujeres privadas de libertad puedan cumplir con su embarazo y periodo de lactancia en reclusión domiciliaria total.