Existen varios tipos de engaños que usan plataformas digitales para robar tu dinero o tu información bancaria.
Las estafas por internet son cada vez más comunes en Chile. Las plataformas digitales están cada día más presentes en nuestras vidas: redes sociales, cuentas de bancos e información personal manejamos en nuestros smartphones y computadores.
Por esto, se está volviendo más común que los delitos se enfoquen en este ciberespacio. Mediante mensajes de textos, perfiles de redes sociales, falsos vendedores y links maliciosos los delincuentes engañan por dinero o se hacen con los datos financieros del usuario.
Desde la Policía de Investigaciones (PDI) confirmaron este fenómeno durante los últimos años:
“Las estafas por internet han proliferado por sobre aquellas que se hacen de manera presencial en atención al anonimato que ofrece la red que permite al estafador cibernético actuar sin que sea identificado y a la dinámica impersonal que facilita la puesta en escena y el engaño. Esto hace que Internet se transforme en un “caldo de cultivo” para cometer estafas”.
Este abrupto cambio se puede notar en las cifras de las estafas. En 2022, de las 7.256 registradas en los primeros cinco meses del año, 4.207 fueron por canales digitales, lo que corresponde a un 58% del total, según informa la Brigada Investigadora de Delitos Económicos Metropolitana.
¿Cómo funcionan las estafas por internet más comunes en Chile?
Desde la PDI mencionaron cuáles son las estafas más comunes dentro de internet. Entre las que más destacan están:
Links maliciosos
Uno de los sistemas más recurrentes es el envío de mensajes de texto o correo electrónico que contiene un link malicioso. Las formas son múltiples, pero lo importante es llamar tu atención (un premio, un concurso, una bono), para que ingreses a la dirección adjunta. Entre algunos ejemplos registrados está una supuesta entrega del bono IFE y la verificación de un bloqueo de envío en Correos de Chile.
Generalmente, estos archivos digitales terminan siendo algún software malicioso (virus), que busca obtener tu información personal y financiera. De esta forma, los delincuentes logran sacar tu dinero del banco o comprar a costa de este.
Ventas falsas
Este tipo de estafa es común en Instagram, Facebook, y páginas de venta como Mercado Libre. Acá una persona se hace un perfil falso para vender un supuesto producto, que pide sea transferido con anterioridad. El autor del delito generalmente usa una cuenta de otra persona, que puede cobrar una “comisión” por el préstamo.
Finalmente, el “vendedor” deja de contestar, y el producto nunca llega. El fin es aprovecharse del anonimato que permiten estas plataformas virtuales para no ser perseguidos.
Reserva para comprar automóviles
Esta es una modalidad similar a la anterior. El “vendedor”, con un perfil falso, ofrece por páginas web de compra y venta, un automóvil que no es de su propiedad. No obstante, de alguna publicación real o tras consultar al dueño verdadero, obtiene los documentos de propiedad del vehículo, mostrándolo como argumento para que el comprador tome confianza.
Después de esto, solicitan un pago de reserva para concretar la venta, una figura muy utilizada en compra-venta de automóviles usados. Sin embargo, el auto no se entrega, haciendo perder el dinero a los usuarios.
Empresas financieras de mentira
Para estas operaciones se crean páginas web que simulan ser entes financieros, ofreciendo créditos de consumo. Esta opción es tentativa para quienes no pueden optar a estos préstamos por los canales oficiales, por rentas bajas o antecedentes comerciales que los afectan.
En este supuesto “negocio” se solicitan dineros para supuestos gastos operacionales de la transacción, solicitados por transferencia electrónica, y de esta forma roban el dinero de los usuarios.
Ofertas de empleo en internet
Además, también se menciona que hay una modalidad donde se ofrecen vacantes de trabajo suplantando la identidad de una empresa real, ofreciendo una propuesta trabajada detalladamente. No obstante, para ingresar a este empleo, te solicitan depositar dinero para financiar falsos exámenes médicos, uniformes laborales o ropa corporativa, herramientas asociadas al laburo o incluso pasajes para llegar al lugar de trabajo.
Asimismo en algunas ocasiones se piden los datos bancarios, mencionando que es para pagar la remuneración del supuesto empleo. Pero estos son utilizados finalmente para cometer fraudes.
Recomendaciones para evitar las estafas
Asimismo, la PDI entrega algunos consejos para evitar caer en estos tipos de engaño:
- Verificar si los sitios web son los oficiales. Una búsqueda en Google puede ayudar a comparar el link si es falso.
- Desconfiar de ofertas bajo el precio promedio del mercado. No pedir créditos para instituciones que no estén reguladas por la Comisión del Mercado Financiero.
- Tener cuidado cuando la oferta o anuncio implica apuro o urgencia. También es importante no pagar por adelantado.
- Dudar cuando el depósito se hará a un tercero y no al vendedor. Esto puede ser para ocultar la identidad del estafador.
- Revisar faltas de ortografías o indicios que nieguen la veracidad del sitio o empresa.
- Verificar si el sitio tiene el ícono del candado en la URL o el inicio de “https:/“, que indican que son web seguras.
- Cambiar claves y no compartirlas, menos por chats.
- No entregar información personal a entidades o personas que no conoces. Generalmente los sitios oficiales no piden datos privados por correo.
- Nunca abrir los links de correos electrónicos con origen desconocido o desconfiables. Puede ser un software que busque robar tu información.
Además, recuerda que si sufres alguna estafa de cualquier tipo es importante denunciar ante la PDI o Carabineros. Asimismo, en algunos casos de estafas financieras, los bancos e instituciones tienen sus propios canales de denuncias a los que puedes acceder.