Durante los años 70, las dictaduras sudamericanas se coordinaron a través de la Operación Cóndor para reprimir opositores bajo el pretexto de luchar contra la subversión y el comunismo.
La Operación Cóndor fue una red secreta de represión y terrorismo de Estado formada por los servicios de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay en la década de 1970, asesorada activamente por la Central de Inteligencia Americana (CIA).
El Plan fue ideado por las cúpulas de los regímenes y sus servicios secretos que, alentados por Washington, llevaron a cabo torturas, asesinatos y desapariciones forzosas, entre otros crímenes.
Se trató de un sistema coordinado y secreto para anular a la izquierda y a la oposición de los países latinoamericanos y que empezó a destaparse en los años noventa.
¿Qué fue y cómo operó la Operación Cóndor?
Antecedentes
Durante la Guerra Fría, en América Latina se instalaron regímenes autoritarios ideológicamente inspirados por la Doctrina de Seguridad Nacional.
Se inició en Paraguay en 1954; Brasil siguió en 1964 y, posteriormente, hubo golpes de Estado en Bolivia en 1971, en Uruguay y Chile en 1973, y finalmente en Argentina en 1976.
Estas dictaduras reprimieron brutal y sistemáticamente todas las formas de oposición, apuntando tanto a integrantes de grupos armados de izquierda, como a líderes políticos, docentes, estudiantes, periodistas, dirigentes sindicales y activistas políticos y sociales.
A pesar de algunas diferencias, estas dictaduras perpetraron miles de delitos de lesa humanidad, como son las ejecuciones extrajudiciales, los secuestros ilegales, las desapariciones forzadas, la tortura y tratos inhumanos, el robo de bebés, y la violencia sexual.
Durante la década de los 70, la represión política que se venía desarrollando dentro de cada país adquirió una dimensión regional adicional y siniestra a través del llamado Plan Cóndor.
¿Qué fue el Plan Cóndor?
El 28 de noviembre de 1975, durante la clausura de la Primera Reunión de Inteligencia Nacional, se reunieron en Santiago representantes de los regímenes de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay para establecer el Plan Cóndor.
Según el Acta de Clausura de la Primera Reunión InterAmericana de Inteligencia Nacional, el nombre Cóndor fue aprobado por unanimidad por una moción presentada por la delegación de Uruguay en homenaje al país sede.
Esta red trasnacional, tal como lo indica el Museo de la Memoria y los Derechos, permitía a las dictaduras apuntar específicamente a personas exiliadas que habían huido de su país de origen y continuaban denunciando desde el extranjero a los gobiernos dictatoriales en el poder.
En algunos casos también sufrieron persecución los familiares que buscaban a seres queridos desaparecidos, y/o a personas refugiadas que habían dejado de ser políticamente activas.
Según una investigación de la Universidad de Oxford con sitios de memoria de Chile y Uruguay, la Operación Cóndor abarcó ocho de los 13 países de la región y estableció un área de terror e impunidad sin fronteras en Sudamérica, afectando a cientos de víctimas.
Un documento desclasificado del FBI de septiembre de 1976 afirma que “los miembros de Plan Cóndor que habían demostrado más entusiasmo hasta la fecha eran Argentina, Uruguay y Chile.”
Mapa de elaboración propia basado en la investigación del ESRC Impact Acceleration Account de la Universidad de Oxford, junto a Londres 38 y la Red de Sitios de Memoria de Uruguay.
¿Cómo operó?
Esta operación reprodujo la misma gama de violaciones de derechos humanos llevadas a cabo por estos regímenes dentro de sus fronteras, pero ahora de una manera transnacional.
“Esta forma de represión trasnacional fue una labor muy coordinada, en la que huir del país no era necesariamente escapar de la represión”, señala Claudio Barrientos, director del Observatorio en Historia Reciente de Chile y América Latina de la Universidad Diego Portales (UDP).
Según el estudio de la Universidad de Oxford, esto se puede ver en tres aspectos:
- El intercambio de información entre al menos dos países (a veces incluso más): el país de origen de la(s) víctima(s) buscada(s), y el lugar donde se encontraban.
- La realización de operativos conjuntos por grupos de trabajo internacionales integrados por agentes del país donde se encontraba la víctima y por el país de origen de la misma (a veces se podían sumar otros países interesados).
- Los traslados clandestinos de personas detenidas en un país a su país de origen.
De esta manera, el Plan Cóndor aprovechó y superó formas anteriores de cooperación bilateral, así como intercambios de información y operaciones conjuntas que existían entre las fuerzas armadas y de inteligencia de la región.
Según el Centro de Estudios Legales y Sociales, la coordinación represiva del Plan Cóndor atravesó diferentes fases:
- Creación de una base centralizada de información sobre los movimientos guerrilleros, partidos y grupos de izquierda, sindicalistas, religiosos, políticos liberales y supuestos enemigos de los gobiernos autoritarios involucrados en el plan.
- Identificación y ataque a los considerados “enemigos” políticos a nivel regional.
- Realización de operativos fuera de la región para encontrar y eliminar personas que se hallaban en otros países de América y de Europa.
En cuanto a las víctimas, el número no está claro. “Algunos suman los desaparecidos de cada país, otros suman las personas ejecutadas y desaparecidas en operaciones específicas que fueron parte del Plan Cóndor”, explica Barrientos.
El Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos, auspiciado por la Unesco y con sede en Argentina, recoge varios centenares.
Por su parte, los Archivos del Terror encontrados en Paraguay estiman unos 50.000 muertos, 30.000 desaparecidos y 400.000 encarcelados en la región.
Sin embargo se ha documentado que bajo este plan trasnacional se perpetraron ejecuciones extrajudiciales, secuestros, desapariciones forzosas, tortura y violaciones.
¿Se procesaron a los culpables?
La primera causa por los crímenes de la Operación Cóndor comenzó a tramitarse en 1999, sin embargo, llegó a juicio oral 14 años después. El juicio oral comenzó el 5 de marzo de 2013 y terminó tres años después, el 27 de mayo de 2016.
La justicia argentina condenó a 15 oficiales, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido sentencias por el terrorismo de Estado en Argentina, Uruguay y Paraguay.
En 2019 Estados Unidos desclasificó varios archivos que desvelaron nombres de autores, sus crímenes y la complicidad de agentes y responsables políticos estadounidenses.