Qué fue la Operación Colombo, el montaje que ocultó 119 asesinatos

Fue un montaje comunicacional ejecutado por la DINA para encubrir la detención forzada y asesinato de 119 personas durante la dictadura.
La Operación Colombo o Caso de los 119, fue un operativo montado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en 1975 para encubrir la desaparición forzada de 119 militantes de varios partidos políticos opositores a la dictadura militar de Augusto Pinochet.
¿Qué es la Operación Colombo?
La Operación Colombo fue un montaje comunicacional de la DINA para hacer creer que 119 militantes de diversas organizaciones sociales y políticas, se habían matado entre ellos en Brasil y Argentina.
Sin embargo, según el Informe Rettig, estos fueron detenidos, torturados, asesinados y hechos desaparecer en Chile.
El montaje contó con el apoyo del Ejército argentino y de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) de ese país, además de la prensa de la época para difundir falsas informaciones sobre sus muertes.
Durante los meses de junio y julio de 1975, aparecieron los nombres de los 119 militantes en dos listas: una de 59 personas en el diario brasileño O’Dia de Curitiba, y la segunda en la revista argentina Lea, que incluyó 60 nombres. Ambos medios de comunicación circularon con estas únicas ediciones.
Prontamente, estas nóminas fueron reproducidas por la prensa chilena. Medios como El Mercurio y La Segunda fueron los que difundieron esta desinformación con mayor agresividad. Esta fue una de las noticias falsas que inventó la dictadura de Augusto Pinochet.
El 24 de julio de 1975 el diario La Segunda tituló “Exterminados como Ratones”. El titular se enmarca en la llamada Operación Colombo o Caso de los 119: montaje mediático de la dictadura para encubrir la situación de detenidos desaparecidos en Chile.#HistoriasconMemoria pic.twitter.com/oClxacqyZF
— Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (@MuseoMemoriaCL) July 24, 2023
El plan tuvo como propósito convencer a la ciudadanía y al mundo que los 119 detenidos desaparecidos habían huido del país y que habían muerto en el extranjero producto de disputas al interior de las organizaciones políticas a las que pertenecían.
Este montaje comunicacional fue también una forma de responder ante la presión internacional por las reiteradas denuncias de desapariciones forzadas ocurridas en Chile, desacreditar la idoneidad de la militancia marxista chilena, y humillar a los familiares de las víctimas que exigían justicia.
“Lo que hace es extender la represión más allá de los detenidos desaparecidos, sino que también a sus familiares y a todo aquel que se sienta opositor al gobierno. Extiende la violencia a la sociedad a un nivel simbólico y material”, explica Claudio Barrientos, director del Observatorio en Historia Reciente de Chile y América Latina de la Universidad Diego Portales (UDP).
¿Quiénes eran las víctimas?
Según constata Londres 38, la mayoría de las personas mencionadas en la lista de los 119 tenía menos de 25 años al momento de su detención, y diez de ellos eran menores de edad.
Además, entre las 20 mujeres estaba Jacqueline Drouilly, de 25 años, y tres meses de embarazo. Hasta hoy se desconoce si ese embarazo pudo llegar a término.
Casi todas las víctimas fueron dirigentes estudiantiles, sindicales, gremiales o militantes de diversas organizaciones sociales y políticas. 94 de ellas pertenecían al MIR, nueve al Partido Socialista, siete al Partido Comunista, uno al MAPU, y uno a la Liga Comunista.
¿Se procesaron a los culpables?
Ante la insistencia de los familiares, en 1979 se designó al juez Servando Jordan como ministro para esclarecer los casos de los detenidos desaparecidos. Sin embargo las causas fueron enviadas a la justicia militar donde permanecieron por años y luego se le aplicó la prescripción o la Ley de Amnistía.
Según el Poder Judicial, recién en agosto de 2018 la sala penal de la Corte Suprema condenó a 22 ex agentes de la DINA por el secuestro calificado de alguna de las 119 víctimas de la Operación Colombo. Entre ellos se encuentran Miguel Krassnoff, Pedro Espinoza y Raúl Iturriaga con penas que van de los cuatro a los diez años de presidio.
Augusto Pinochet fue sometido a procesos, sin embargo no pasó ni un solo día en la cárcel.