Este texto busca ser un acuerdo transversal con respecto al respeto de la democracia y los derechos humanos.
Este fin de semana el Presidente Gabriel Boric le entregó a su predecesor, Sebastián Piñera, el “Compromiso de Santiago“. La idea del Gobierno es preparar una declaración conjunta y transversal entre los partidos políticos sobre el respeto a la democracia y los Derechos Humanos.
Todo esto, en medio de la conmemoración por los 50 años desde el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Sin embargo, desde Chile Vamos, la principal coalición oficialista, rechazaron firmar este compromiso. No obstante, aún queda esta semana para que se pueda llegar a un acuerdo entre el Gobierno y la derecha.
De todas formas, también está la opción de que la declaración la firmen solo exmandatarios. Mientras Piñera ya recibió el documento, Michelle Bachelet anunció que sí suscribirá al texto. Quedaría pendiente proponer este compromiso a Ricardo Lagos y Eduardo Frei.
¿Qué dice el Compromiso de Santiago?
El Compromiso de Santiago es un breve texto que busca declarar en favor de los derechos humanos y la democracia. Consta de cuatro puntos, que son especies de manifiestos sobre estos puntos.
Este documento comienza indicando que:
“Al cumplirse 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile, que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países, queremos, más allá de nuestras legítimas diferencias, comprometernos en conjunto”.
En este contexto, indican que su primera obligación es “cuidar y defender la democracia, respetar la constitución, las leyes y el Estado de Derecho“. Además, añaden que quieren “preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro”.
Además, en el segundo punto dan luces a cómo se debe resolver los conflictos sociales. Allí mencionan que deben “enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia, y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte”.
También hacer incapié en los derechos humanos, que la dictadura de Pinochet quebró sistemáticamente. En este punto señalan la importancia de “hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional”.
Finalmente, la declaración llama a “fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades”. Este es un punto importante, considerando que asistirán a la conemoración de los 50 años mandatarios de Argentina, México, Alemania, Colombia y Brasil.