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País

22 de octubre de 2023

Crisis hídrica en Chile: la escasez de agua, un problema social

Sequía en un terreno abierto.

Nuestro país es uno de los más afectados de todo el continente, un contratiempo que afecta la industria, la economía y la vida rural y urbana.

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Chile central -desde Coquimbo al Biobío- actualmente atraviesa la crisis hídrica más larga de los últimos mil años, según reportó en 2022 la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Ya son 13 años desde que esta zona sufre una «mega sequía«.

Así como este territorio, otras zonas de Chile sufren graves consecuencias por la escasez de agua. Incluso Magallanes, una de las tierras más australes del mundo, donde históricamente hay superávit, a principios de este año se declaró en estado de emergencia agrícola por esta carencia.

La crisis hídrica es uno de los problemas sociales más fundamentales actualmente, no solo a nivel nacional sino mundial. La escasez de agua afecta el funcionamiento de las industrias, el consumo potable rural o urbano, y la sostenibilidad del medio ambiente.

Así, nuestro país busca una serie de soluciones, como el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, recientemente instalado, o con la creación de plantas desaladoras, principalmente para abastecer de agua a la industria minera, uno de los principales motores económicos de la nación.

Represa en estado de sequía.

La sequía en Chile afecta seriamente desde la Región de Coquimbo hasta la Región del Biobío. Fuente: Universidad de Chile.

La crisis hídrica en Chile: el panorama nacional

Chile es el país con mayor estrés hídrico de toda América Latina, según el ranking del World Resources Institute de 2019. Se posiciona en el lugar 18 de todo el mundo, siendo el único de la región con un estrés hídrico «extremadamente alto».

Esto se puede apreciar en nuestro territorio. Lagos como el Caburga, Aculeo y Peñuelas presentan grandes pérdidas de agua, misma situación que viven muchos embalses, principalmente de la zona centro-norte de nuestro país.

Actualmente, el Ministerio de Obras Públicas tiene decreto de escasez hídrica para 65 de las 346 comunas que hay en Chile, donde residen más de 2 millones de personas.

Sin embargo, en 2022 alcanzamos a tener a casi la mitad de las comunas en esta alerta. Este año fue el cuarto más seco en la historia del país, según reporta la OMM. Este mismo informe señala que:

«Chile ha experimentado una secuencia ininterrumpida de años más secos que la media desde 2010, una
sequía con una duración y una gran extensión espacial sin precedentes en el registro histórico».

El panorama no es alentador. Además, a nivel internacional se estima que la demanda de agua siga creciendo cada vez más, sobre todo por el aumento de población cada año (estamos cerca de cuatriplicar la población desde el año 1900). Asimismo, se espera que aumente la temperatura promedio, a causa de la crisis climática.

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¿Qué soluciones hay para la escasez de agua?

La recuperación de los ecosistemas de nuestro territorio es fundamental para luchar contra la escasez hídrica, ya que permite reavivar el flujo del ciclo del agua. Escenario Hídrico 2030, organización que se enfoca en las soluciones para esta crisis, indica que esta es una de las cinco acciones generales para abordar esta carencia.

Además, como otras organizaciones, también recomiendan la reutilización de las aguas residuales. En este caso, se indica que podría reusar para llenar los emisarios submarinos de Chile. En otros, recomiendan aplicarlo directamente en la producción agrícola.

En esta misma línea, también varias ONG e instituciones especializadas en crisis hídrica hacen foco en la eficacia al utilizar las aguas. Una gran parte del agua que se produce en Chile se pierde por filtraciones de las cañerías y manipulaciones ilegales.

Por supuesto, para abordar esto se debe mejorar la gestión de los recursos, tanto en la agricultura, como en las industrias y ciudades.

También hay una serie de soluciones tecnológicas que implican aprovechar de manera novedosa el agua proveniente de la naturaleza (como de las nubes), o transformarla mediante la química, como es el caso de las plantas desaladoras, un recurso donde Chile invirtió desde hace ya varios años (hay 22 activas), y que actualmente producen 8 mil litros por segundo.

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