El factoring en Chile y sus irregularidades

En el factoring una empresa obtiene dinero de forma inmediata a cambio de traspasar a otra las facturas por cobrar de sus clientes deudores.
El factoring en Chile es un instrumento de financiamiento que tiene como objetivo entregar a quien lo solicita dinero de forma segura e inmediata. Liquidez, en lenguaje financiero.
Principalmente lo utilizan pequeñas y medianas empresas, que necesitan el pago por sus servicios o productos inmediatamente y no en 30, 60 o 90 días, como lo hacen las grandes empresas y sobre todo los organismos públicos.
Con este dinero en el bolsillo las empresas pueden pagar en seguida sus obligaciones: sueldos, servicios básicos, arriendo, proveedores, etc.
Cómo funciona el factoring en Chile
Primero se recomienda que quien necesita el dinero cotice y busque una empresa de factoring que se adecúe a sus necesidades específicas, es decir que escoja una que se especialice en su rubro, construcción, transporte, servicios informáticos, etc.
Cuando se elige la empresa de factoring, ambas partes firman un contrato en el que el solicitante del dinero traspasa a la institución que se lo va a entregar, el derecho a cobrar para sí las facturas que en 30, 60 o 90 días se pagarán al solicitante.
El que pide el dinero pone como garantía las facturas (u otros instrumentos financieros) que tiene por cobrar a clientes deudores, el que presta el dinero entrega la cifra que suman esas facturas pero descuenta una comisión previamente acordada, su ganancia.
Luego si las facturas no son pagadas en la fecha que se acordó, se empiezan a cobrar intereses, gastos por servicios y comisiones. Hay dos tipos de factoring, el sin recursos, en el que quien presta el dinero se hace cargo por el incumplimiento de pago, y el con recursos, en el que quien solicita el dinero se hace cargo de pagar en caso de que a quien le correspondía no lo haga. Este último es el más común.
Irregularidades
La industria del factoring la regula la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y se rige bajo la Ley 19.983, sin embargo no tiene una normativa específica, lo que abre el espacio para que haya irregularidades.
Factop, empresa de factoring sancionada por la CMF e involucrada en el Caso Hermosilla, fue denunciada por sus propios inversionistas al percatarse que estaban siendo perjudicados.
Se ideó un mecanismo para que a través de la factorización repetitiva de facturas y otros instrumentos financieros, finalmente se perdiera el rastro del dinero.
Primero se entregan los instrumentos a la empresa de factoring y esta entrega el dinero que se solicita. Ellos ganaban su comisión y luego podían revender este instrumento a otro factoring, y este a otro y así sucesivamente.
En definitiva se crea una bolsa de comercio de estos instrumentos, en la que por las tantas factorizaciones que tienen, se les termina perdiendo el rastro.
“La maquinita” mencionada por Luis Hermosilla en el audio revelado por Ciper, era el mecanismo ideado por los hermanos Sauer para generar miles de facturas falsas a través de sociedades controladas por ellos. Factop compraba estas facturas, luego las revendía a otros factoring, y eventualmente terminaban en un fondo de inversión en el que se diluían.
A esto se suma el Caso Primus, que reveló también una estafa corporativa por medio de cheques falsos en la modalidad del factoring. Por medios de documentos sin validez y empresas creadas en un día, lograron perjudicar a Primus Capital con más de $9.400 millones.