Un chileno, un argentino y un brasileño: los protagonistas del caso de colusión Indura-Linde

Síntesis
¿Qué pasó? Tres empresarios quedaron acusados como principales responsables del caso de colusión dentro de la industria del gas que incluye a las empresas Indura y Linde Gas Chile.
¿Quienes son? El argentino David Lori y el empresario brasileño Sergio Novelli son los representantes de Linde en este caso, quienes quedaron con delación compensada. Marcelo Torres, gerente general de Indura, tendrá que pagar una multa de cerca de $109 millones.
Aunque se les acusó en conjunto, los tres protagonistas del caso de colusión Indura-Linde tienen, por el momento, finales diferentes.
Y es que los dos ejecutivos de Linde Gas, David Lori y Sergio Novelli, contribuyeron con la investigación que determinó que las empresas aumentaron irregularmente los precios del gas medicinal, industrial y especial durante la pandemia.
Ambos se eximieron de las acusaciones de multas por parte de la Fiscalía Nacional Económica, al obtener la delación compensada. Por su parte, el tercer protagonista, Marcelo Torres, gerente general de Indura, obtuvo una multa superior a los $109 millones para él y de $29 mil millones para su empresa.
Los protagonistas del caso Indura-Linde
David Lori, una de las tres personas que se indicaron como principales responsables de este caso de colusión, es un empresario argentino, quien fue gerente de ventas y ejecutivo de desarrollo industrial en Linde.
Junto con Sergio Novelli, ingeniero mecánico brasileño, gerente general de Linde Chile entre 2019 y 2022, tenían la misión de aumentar la rentabilidad de sus operaciones, en el plan económico de la empresa.
Sin embargo, tomaron la decisión de accionar de forma irregular e ilícita para obtener mejores pagos por sus productos, de vital importancia dentro de la pandemia del coronavirus.
Se juntaron entonces con Marcelo Torres, un ingeniero civil industrial chileno que trabajó en Indura por más de dos décadas, y que desde 2020 era gerente general (aunque ya no es parte de la compañía). Ambas empresas representan un 77% del mercado del gas industrial, especial y medicinal en Chile.
Entonces, por ejemplo, Indura no participaba de las licitaciones a las que accedía Linde, o bien lo hacía con un precio ficticio mucho mayor al de su supuesta ‘competencia’. O bien, Linde, ganando ciertas licitaciones, rechazaba cualquier oferta para que contratasen sí o sí a Indura.
De esta forma, pudieron aumentar sus precios de forma irregular, dejando como víctimas a hospitales, laboratorios, empresas mineras, y otras compañías de diferentes industrias. Todo esto mientras en Chile golpeaba el receso económico producto de la pandemia del coronavirus.