País |

La historia del CAE: Cómo, por qué y cuándo se creó el Crédito con Aval del Estado

Historia del CAE
  • ¿Qué pasó? El Gobierno de Gabriel Boric buscará condonar el CAE y crear un nuevo sistema de crédito universitario

  • ¿Por qué? Aunque comenzó siendo una ‘solución’ para el sistema universitario, el CAE terminó siendo una problemática para el Fisco y los estudiantes.

La historia del CAE es bastante corta (para una ley), pero tiene varias reformas, polémicas y situaciones complejas. Todo comenzó con la reforma universitaria de 1981, cuando la dictadura militar eliminó la Gratuidad de la Educación Superior.

Entonces las personas con situaciones económicas más complejas perdieron una de sus grandes oportunidades para entrar a las universidades. En esa época solo existía el Fondo Solidario de Crédito Universitario, que entregaba beneficios para las 25 universidades que entonces eran parte del Consejo de Rectores, y cubría solo una parte del arancel, con relación en la situación económica del estudiante.

Por esos años empezó la discusión de cómo resolver esta problemática, que privaba a millones de jóvenes de su desarrollo educacional. No fue hasta tres décadas después que se logró concretar un proyecto que permitió que miles ingresaran a la universidad.

Sin embargo, al pasar los años la iniciativa comenzó a ser, más que una solución, un problema, debido a los altos niveles de intereses que se generaban, y que terminaban pagándose en algunos casos por décadas. Ahora, el Gobierno busca condonar a quienes generaron una deuda por el CAE, y anunciaron que presentarán un proyecto antes de septiembre.

La historia del CAE

En 2005, en el Gobierno de Ricardo Lagos, se creó la Ley 20.027 que “establece normas para el financiamiento de la educación superior”, que se conoce también como Crédito con Aval del Estado (CAE). Esto con el fin de, como mencionamos antes, expandir la posibilidad de estudiantes de estratos socioeconómicos más bajos de ingresar a las universidades, no solo estatales, sino también privadas, institutos profesionales y centros de formación técnica. De esta forma, se logró casi duplicar el universo de estudiantes en la educación superior.

Con esta ley, los alumnos que solicitaran el crédito podían pedir entre $200 mil y la totalidad del arancel como un ‘avance’ para pagar su semestre. Inicialmente, tenía una tasa de interés de un 5,8%, aunque actualmente se mantiene en un 2% fijo, tras la reforma de 2011, en el primer Gobierno de Sebastián Piñera.

Sin embargo, durante sus primeros años de implementación hubo una serie de problemáticas. Primero, muchos estudiantes, con sueldos bajos, no lograban cubrir la deuda, aumentándose esta a través de intereses, lo que terminaba con un endeudamiento que duraba años, y en muchos casos, décadas. Por entonces se presentó la segunda reforma, en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, que buscaba aligerar la carga y modalidad de pago.

Segundo, los bancos, que prestaban los créditos al Fisco a cambio de una devolución con intereses, cobraban hasta un 60% en utilidades de retorno, siendo una gran carga para el Estado. Tercero, las solicitudes de créditos superaron de forma masiva las expectativas que tuvieron entonces los legisladores (expectativa de 50 mil créditos a 8 años, cuando fueron, en realidad, 350 mil).

Una deuda eterna

Todo esto generó una situación compleja en el Fisco, que no pudo cubrir tantas garantías, porque, además, muchos dejaron de pagar el CAE. Hoy se estima que la deuda total del CAE, que aparentemente el Estado quiere condonar, supera los $11 mil millones de dólares, más del 3% del PIB nacional.

En 2022, más de un 1.100.000 estudiantes habían solicitado el CAE. Sin embargo, apenas 27 mil personas, un 2,4% del total, habían cancelado su deuda completamente. Además, actualmente más de la mitad de los deudores del cae se encuentra en mora. Es decir, están sin pagar sus cuotas, y además, generando intereses. Esto, por supuesto, también genera un grave perjuicio al Fisco.

Después de casi 20 años de su implementación, el CAE se convirtió en un problema tanto para estudiantes como para el propio Estado, y su historia podría llegar a su fin. El Gobierno busca, además de condonar el CAE, terminar con este modelo, y crear un sistema único de crédito universitario, que será transitorio hasta alcanzar la gratuidad universal.

Únete a la lucha contra la desinformación. Ingresa tus datos para recibir nuestro newsletter.

Ingresa tu correo