Por primera vez en la historia, el virus oropouche (OROV), endémico de América, registró casos en Europa, donde, aparentemente, no hay animales que transmitan este patógeno. En total, hay 19 casos entre Alemania, España e Italia.

Este es uno de los indicios del fuerte avance que tiene la fiebre oropouche este año. La situación en América Latina no es mejor. Brasil cuenta con casi 10 mil casos este año, notablemente superior a los 800 que registró en 2023.

Colombia, Perú, Bolivia y Cuba son otros de los países que registran contagios. Aunque en los países amazónicos no es una novedad (ya que de ahí provienen sus portadores; el culicoides paraensis y el culex quinquefasciatus) en Cuba la situación es diferente.

Según informó el Ministro de Salud José Ángel Portal Miranda, la nación caribeña cuenta con 400 casos, y el patógeno se esparció en todas las provincias de la isla. Por primera vez Cuba cuenta con reportes de brotes y una cantidad masiva de casos, afirma el infectólogo de la Universidad de Santiago y subdirector de la SSMS, Ignacio Silva.

La situación afecta a «comunidades con recursos limitados, donde su impacto es desproporcionado, es urgente», mencionó el Ministro de Salud cubano.

¿Qué es el virus oropouche y por qué preocupa a la OMS?

En julio la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la sede regional de la OMS, emitió una alerta epidemiológica frente al avance del virus oropouche, que alcanzaba entonces los 7 mil casos.

Según el infectólogo de la USACH, Ignacio Silva, «el virus oropouche es un virus conocido en Latinoamérica, sobre todo en Centroamérica y algunos países de Sudamérica, en particular Brasil, que era donde se habían visto la mayor cantidad de casos».

Sin embargo, menciona que durante el último tiempo se ha visto un aumento considerable, además de presentarse en zonas donde no habían registros.

Silva nos explica que el oropouche «es un virus que se transmite por mosquitos, que causa una enfermedad viral propia de la arbovirosis– que son los grupos de enfermedades virales que se transmiten por este tipo de mosquitos- como el Dengue, Zika, Chikungunya, y también este virus, mucho menos frecuente que las otras enfermedades«.

¿Cuáles son sus consecuencias?

El experto comenta que el patógeno puede provocar «cuadros febriles con fiebre muy alta, con alto compromiso del estado general, dolores musculares y articulares, dolor de cabeza también, lesiones en la piel«. Además, comenta que en algunos casos, puede «evolucionar de forma grave con infecciones del sistema nervioso central, meningitis o encefalitis en particular, y que pueden llevarla a la muerte, pero esto es algo poco frecuente».

La OPS informa, de hecho, que en julio, en Brasil, se hicieron los primeros registros de una muerte a causa del oropouche, lo que genera preocupación, ya que actualmente no hay una vacuna ni un tratamiento (además de reposo e hidratamiento) para esta enfermedad.

Por otra parte, Silva afirma que el virus oropouche «también preocupa por su transmisión vertical, de las mujeres embarazadas hacia el feto, porque produce algunos problemas asociados al embarazo, y alteraciones también en los recién nacidos, por ejemplo problemas de microcefalia, recién nacidos que nacen con su cabeza muy pequeñita, que puede generar algunos trastornos neurológicos, y también puede producir muerte neonatal«.