Durante las últimas semanas el virus oropouche avanza en América del Sur, el Caribe y Europa. Brasil cuenta con la mayor cantidad de los casos, aunque el patógeno también tiene presencia en Perú, Bolivia, Colombia, Cuba, Italia, Alemania y España.

Este año la enfermedad comenzó a circular en zonas donde anteriormente no había registros. Desde la Organización Panamericana de la Salud, mencionaron hace unas semanas que «si bien los brotes actuales siguen bajo investigación, la OPS ha aconsejado a los países afectados que fortalezcan la vigilancia e implementen medidas de control de vectores y comuniación de riesgos para ayudar a prevenir un mayor aumento de casos».

Actualmente este patógeno no se registra en Chile, y hay pocas probabilidades de un brote aquí, ya que nuestro país no tiene presencia de los los mosquitos que transmiten este virus, como lo son el culicoides paraensis y el culex quinquefasciatus. 

Por ahora, no hay evidencia de que este mosquito se transmita a través del contacto de la piel o el aire. Por lo tanto, las principales recomendaciones apuntan a no acercarse a las zonas de brote o endémicas de los mosquitos portadores, o bien tomar precauciones en esos lugares.

¿Cómo cuidarnos del virus oropouche?

Actualmente este virus no cuenta con un tratamiento médico específico, ni tampoco una vacuna para prevenir el contagio. Hasta hace poco, no se consideraba mortal, pero en julio se registraron dos casos de fallecimientos por causa de la fiebre oropouche en Brasil.

Por esta razón, la mejor forma de cuidarnos de este patógeno es tomando las medidas de precaución necesarias para evitar la posibilidad del contagio.

Según nos explica el infectólogo y académico de la Universidad de Santiago, Ignacio Silva, «para los viajeros que vayan al Amazonas, por ejemplo, o a Cuba», la recomendación es «cuidarse de las picaduras de mosquitos«.

«Para eso utilizar repelentes que sean apropiados, utilizar la ropa apropiada también, sobre todo si se hacen excursiones dentro del Amazonas, por ejemplo, o en zonas donde predomina la circulación de mosquitos, en general en relación a humedales«.

En este sentido, Silva aconseja usar poleras y abrigos manga larga, pantalones largos y el repelente de mosquitos adecuado para la especie. Además, es importante que «en las noches, en estas zonas de alta circulación viral, utilizar mosquiteros para dormir«.

En el caso de las personas que viven en zonas donde circulen los mosquitos, es fundamental el «control de focos, que es evitar el estancamiento de agua, en positas de agua que se pueden acumular en recipientes, en baldes, en neumáticos desocupados, y se generan estas positas que son un ambiente muy propicio para el crecimiento de mosquitos» afirma el experto.