Hace unos días se reveló que Andrés Chadwick se comunicó con un funcionario de la CMF para hacer una consulta sobre el proceso de revisión que llevaba el ente financiero sobre STF Capital, de los hermanos Daniel y Ariel Sauer (que tenían el 67% de las acciones a través de Inversiones DAS).

Mismo proceso que terminó con una sanción por entregar información falsa al mercado, al público y a la misma CMF (y el cierre de STF). Además, se determinó que la corredora de bolsa también realizó operaciones ficticias, no cumplió con los índices de cobertura patrimonial, y realizó operaciones aunque se encontraba en suspensión (desde marzo de ese año).

En contexto de esta investigación- paralela a la de Factop- es que se hizo la reunión entre Daniel Sauer, Luis Hermosilla y Leonarda Villalobos que se filtró y dio origen a todo este caso. En medio de este proceso se habla de las aparentes coimas al interior del CMF y el SII.

Pero ¿por qué es tan importante STF Capital, si el esquema de fraude de facturas falsas se lideró con Factop? La corredora de bolsa tuvo un rol fundamental en todo este proceso, principalmente para atraer clientes.

STF Capital: una pieza clave en el fraude del clan Sauer

STF Capital se inscribió en la CMF en 2015. Aunque no fue hasta 2020 que se conformó como una corredora de bolsa. Con estas condiciones, se gestionó como una de las empresas que permitió a Factop sobrevivir, a pesar de su constante salida de fondos.

Recordemos que Factop captaba clientes para que invirtieran millonarias sumas en la empresa, con la promesa de una devolución de intereses que, de un día para otro, dejó de llegar. En este contexto, decenas de clientes demandaron al factoring por grandes pérdidas de su mano (se estimó en total casi $13 mil millones).

Según la tesis de la Fiscalía, estos fondos se iban a cubrir las deudas de los hermanos Antonio y Álvaro Jalaff y el clan Sauer.

Pero, si no tenían un sistema solvente ni beneficioso para sus clientes, y funcionaban a través de la emisión de facturas falsas ¿cómo lograron que personas como Isaac Burman y Jaqueline Leyton invirtieran hasta un millón de dólares en Factop? Aquí es donde entra STF.

La carnada y cajero de Factop

Según mencionó la Fiscalía en la formalización de los principales controladores de Factop, y según la denuncia de las aparentes víctimas del caso, STF se utilizó como la «carnada» para atraer clientes.

Bajo la premisa de que la empresa tenía un gran éxito (en 2022 representó un 0,44% de los montos transados en la Bolsa de Santiago), los Sauer argumentaron la solvencia de sus negocios. Para esto, presentaban información financiera falsa, mientras aseguraban tener una importante línea de crédito y una importante cartera de inversionistas.

De hecho,, como señalan las declaraciones de funcionarios de ambas empresas, que recoge La Tercera, STF realizó operaciones ficticias para entregar presencia bursátil a sus cuotas de fondos de inversión, para mostrar una solvencia ante la CMF que en realidad no tenían.

A principios de 2022, además, Factop- con bastante deuda- comenzó a usar a STF como «cajero». El mismo Daniel Sauer comentó a la CMF, consultado por un mensaje de Whatsapp de un grupo de gerentes de la empresa, que:

“Lo que leo es que salían pagos desde la deuda de Factop con STF y luego Factop se lo prestaba a Antonio Jalaff y, de ese modo, los pagos de Antonio Jalaff se abonaban a la deuda de Factop con STF».

Sin embargo, «Jalaff hacía operaciones en la corredora y no las pagaba y eso repercutía en el patrimonio de STF», agregó en este punto el contador de STF, Jorge Martínez.

«En 2022, Factop tenía como $30 mil millones de pasivos en un estado financiero que vi, producto de los problemas de liquidez, usaba la cuenta mercantil que tiene con la corredora de bolsa STF y con eso mataba los índices», mencionó el mismo Martínez.

Además, el contador de la empresa también aseguró que se facturaban entre ambas empresas, STF y Factop (con los mismos controladores). En este sentido, él mismo considera que los documentos que se presentaron entonces fueron ideológicamente falsos.