No es una tómbola: cómo funciona el algoritmo del SAE

¿Qué pasó? Este miércoles se entregaron los resultados del Sistema de Admisión Escolar para el 2025.
¿Cómo se define? El SAE se basa en un algoritmo que se conoce como Gale-Shapley, utilizado en importantes sistemas a nivel internacional.
Este jueves el Ministerio de Educación entregó los primeros resultados del Sistema de Admisión Escolar (SAE) los que se definen a través de un algoritmo.
El SAE- y su algoritmo- se creó para evitar las postulaciones con decisiones arbitrarias y discriminatorias que se daban en algunos colegios. Así, se busca que todos los alumnos tengan la misma oportunidad de ingresar al colegio que deseen.
Este algoritmo no se usa solo en el primer proceso, sino también en el de las listas de espera y en el periodo complementario de postulación.
No es una tómbola: cómo funciona el algoritmo del SAE
Cristián Cabalin, doctor en Estudios de Políticas Educacionales de la Universidad de Illinois e investigador del CIAE de la Universidad de Chile, explica a Mala Espina que “el SAE determina la asignación de los y las estudiantes de acuerdo al número de vacantes disponibles en los colegios. Si en un colegio existen vacantes suficientes, todos/as los estudiantes que postularon a ese colegio son asignados a él“.
Además, menciona que “hay criterios de priorización, como tener hermanos en el colegio o ser hijo de funcionario/a del colegio, entre otros“. Los otros criterios también contemplan a alumnos con padres que trabajen en ese colegio, exalumnos que no fueran expulsados y alumnos prioritarios. En el caso de estos últimos, será siempre y cuando estos representen menos del 15% del nivel.
Según comenta Cabalin, sistemas similares al del SAE se usan en Estados Unidos o Países Bajos. Efectivamente, este tiene su base en el algoritmo que se conoce como Gale-Shapley, que está presente en sistemas de admisión escolares tan grandes como el de Nueva York (1). También lo usa el Sistema Nacional de Emparejamiento de Residentes Médico de Estados Unidos. Esta idea, de hecho, llevó a sus autores a ganar el Premio Nobel de Economía.
“En palabras simples, se trata de un sistema online que permite asignar estudiantes a los colegios de sus preferencias sin incorporar procesos que muchas veces significaban discriminaciones arbitrarias, como la capacidad de pago de las familias, antecedentes conductuales, entre otros”, afirma Cabalin.
En nuestro país “el algoritmo distribuye a los estudiantes de acuerdo al número de vacantes considerando sus preferencias. Ochenta por ciento queda en alguno de los colegios que puso en su postulación online”. De esta forma, se busca que la mayoría de los postulantes ingrese al colegio que quiere, en un “emparejamiento estable”, como también se conoce este algoritmo.
La idea, finalmente, es que ningún estudiante tenga privilegios al postular a un colegio, como menciona este afiche del sistema de admisión escolar 2023.