Quién es Alexander Granko, coronel de la Guardia Nacional Bolivariana y conocido como el “Carnicero de Maduro”
Alexander Granko es apuntados por el crimen del exmilitar venezolano Ronald Ojeda. El “Carnicero de Maduro” es denunciado como uno de los organizadores del secuestro y posterior homicidio.
La Fiscalía Nacional y la Policía de Investigaciones han puesto sus sospechas en Alexander Granko, más conocido como el “Carnicero de Maduro”, de estar involucrado en el crimen del exmilitar venezolano Ronald Ojeda.
El coronel de la Guardia Nacional Bolivariana ha tenido distintas distinciones por parte de las autoridades venezolanas, donde se ha desempeñado desde el período de Hugo Chávez. Aunque también ha sido apuntado como uno de los líderes de la unidad de Dirección de Asuntos Especiales, donde la ONU lo acusó de torturas y apremios ilegítimos.
En el caso del secuestro y posterior homicidio de Ronald Ojeda, Granko estuvo en Chile meses antes de lo sucedido. Se le acusa de preparar y organizar el crimen, según denuncia Tamara Suju, abogada defensora de los Derechos Humanos.
Recorrido de Alexander Granko, el “Carnicero de Maduro”
Desde muy joven, Granko estuvo ligado a las fuerzas armadas venezolanas. A los 17 años, ingresó a la Escuela Básica de la Fuerza Armada Nacional y un año más tarde entró a la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana.
Luego de graduarse a los 22 años, trabajó en el Comando Regional 9 en Puerto Ayacucho y en la cárcel del internado judicial de Carúpano. Entre sus últimas tareas, fue parte de la Guardia de Honor Presidencial durante el período de Hugo Chávez.
Años más tarde, fue jefe de seguridad de una de las hijas de Chávez, para luego llegar a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) como capitán de la Ayudantía General. En esa oportunidad, fue jefe de escolta de Iván Rafael Hernández, con quien generó una gran amistad.
Actualmente, se mantiene como coronel de la Guardia Nacional Bolivariana. Por sus acciones en las Fuerzas Armadas Venezolanas, Estados Unidos lo sancionó por ser partícipe de las violaciones de los derechos humanos.
Mientras que según el consejo de la Unión Europea, se le acusa de “ordenar, supervisar y participó directamente en detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas -incluida la violencia sexual- y otros tratos crueles”. No es lo único, ya que se le suma la responsabilidad de la represión ejercida ante la sociedad civil por la DGCIM.