La pena de muerte en Chile: su historia, abolición y los últimos ejecutados

El último caso que terminó con pena de muerte en Chile fue en 1985, aunque se derogó en la justicia civil en 2001. De todas formas, la pena capital aún se contempla dentro de la justicia militar.
Evelyn Matthei, la candidata presidencial de Chile Vamos, anunció que la pena de muerte debe aplicarse en ciertos casos.
Su opinión abrió nuevamente el debate político de la pena de muerte. Johannes Kaiser, candidato del Partido Nacional Libertario, apoyó la declaración y posición de la exalcaldesa de Providencia.
Eduardo Artés, postulante independiente del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria), ha sido un activo partidario de la pena capital, aunque solo en casos de narcotraficantes mayores.
A diferencia de ambos, José Antonio Kast, candidato republicano, mencionó que “nosotros defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural” y afirmó estar en contra de la idea. Al contrario, su propuesta es hacer más estricta la cadena perpetua para los delitos más graves.
Incluso desde el Gobierno se integraron a la discusión. La vocera (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, mencionó que es “una discusión que se cerró hace muchos años” y afirmó que “la evidencia demuestra que no es efectiva para el combate del crimen”.
La historia de la pena de muerte en Chile
Hace ya varios siglos, en el tiempo en que Chile era un reino del imperio español, la pena de muerte era una de las penas que contemplaba la Real Audiencia principalmente en casos de homicidio.
Posteriormente, la pena de muerte se definió como el más alto castigo en el Código Penal de 1874, el mismo que se mantiene vigente hasta hoy (aunque con una serie de modificaciones).
Esta norma se mantuvo durante varias décadas. Incluso, en 1951 se aprobó un reglamento para su aplicación, aunque se derrogó en 1965.
Hasta la década de los 70’s, la pena de muerte se aplicó en Chile al menos en 50 ocasiones. Igual que en la época colonialista, la mayoría fue por casos de homicidios.
El último caso que terminó en pena de muerte ocurrió en 1985. Entonces fueron fusilados en Quilpué Jorge Sagredo Pizarro y Carlos Topp Collins, dos carabineros que cometieron diez asesinatos y cuatro violaciones en lo que fue conocido como el caso de los “Sicópatas de Viña del Mar”.
No fue hasta el año 2001 cuando el Congreso decidió derogar la pena de muerte. En ese momento, varios condenados tenían esta pena impuesta, pero sus penas fueron conmutadas por presidio perpetuo calificado, la máxima pena desde entonces.
De todas formas, en el Código de Justicia Militar aún establece la muerte como la pena más alta en el artículo 216°, aunque hay un proyecto de ley en el Congreso en trámite que busca su derogación.
Por otra parte, sobre la justicia civil, Chile ratificó tratados internacionales que prohíben volver a instaurar la pena de muerte una vez eliminada, como el Pacto de San José de Costa Rica.