Amplían proceso de consulta en la construcción de línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre

La última evaluación de impacto ambiental no consideró un sitio de zonas ceremoniales de pueblos indígenas, por lo que el SEA debió incorporar este hecho en el proceso de consulta, en búsqueda de posibles soluciones a la afectación.
Con el apagón masivo en Chile, se puso en cuestionamiento la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional. Entonces se conoció que había un proyecto que podría mitigar o incluso evitar estas graves interrupciones: la línea de transmisión Kimal-Lo Aguirre.
En este contexto, Ex-Ante reveló que el avance del proyecto estaba en suspensión, ya que necesitaba cerca de 5 mil permisos sectoriales para iniciar su construcción, que, además, se demorará 51 meses en finalizar, según informó la empresa Conexión Kimal-Lo Aguirre al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
Ahora, este miércoles se publicó en el Diario Oficial una norma que amplía la consulta indígena para este proyecto a tres nuevas comunidades de pueblos originarios, quienes pusieron en tabla un nuevo obstáculo para el proyecto.
La consulta indígena y los cambios en el proyecto
El 25 de junio representantes de las comunidades diaguitas Chipasse Ashpa y Chipasse Ta Ko dirigieron una carta al SEA para reclamar que no fueron considerados en la evaluación de impactos ambientales (EIA) para los pueblos indígenas.
Hasta ese momento, el proyecto identificó cuatro afectaciones a diferentes pueblos. Tres de ellas apuntan a perjuicios en sitios de significación cultural. Además, dos también señalan deterioro al acceso y uso de recursos, además de a otras actividades culturales y económicas.
Recordemos que el reglamento del SEIA considera que se deben realizar una EIA si un proyecto obstaculiza el ejercicio de las tradiciones culturales o espirituales de un pueblo indígena, y también si afecta sus zonas y recursos protegidos. Lo mismo sucede al considerar el Convenio 169 de la OIT, que determina que son necesarias las consultas cuando las medidas afecten a los pueblos indígenas.
Frente a estas situaciones, después de la evaluación ambiental respectiva, el proyecto se modificó, aumentando y moviendo de sector las torres de alta tensión y modificando los trazos de la línea para evitar las zonas de afectación.
Los cambios a la iniciativa se informaron en la adenda (apéndice) que entregó la empresa a cargo del proyecto en noviembre de 2024.
El paredón La Brea Grande: la razón de la ampliación de la consulta indígena en Kimal-Lo Aguirre
En su primer proceso de consulta indígena, el proyecto no concibió las afectaciones que la línea generaría a la formación rocosa “paredón La Brea Grande“, un sector importante para los indígenas, según se advirtió en la cartas de los pueblos diaguitas. La Adenda de la empresa Kimal-Lo Aguirre lo confirma:
“(En el sitio) se han encontrado restos artefactos cerámicos de antigua data en sus cercanías (utensilios precolombinos), así como también se visualizan colonias de vizcachas. En esta formación rocosa, además, existen pequeños aleros que muestran un uso antrópico“, indica la resolución del SEIA.
Desde las comunidades señalaron que “las zonas ceremoniales de la quebrada son utilizadas por varias comunidades, (y) constituyen espacios sagrados que deben ser resguardados pues son patrimonio del pueblo diaguita”.
El SEA, en este contexto, consideró que el paredón es patrimonio cultural y natural de los pueblos del Consejo Territorial Diaguita. La empresa, por su parte, identificó que las construcciones de Kimal-Lo Aguirre generarían una afectación al sitio patrimonial.
Por tanto, se amplió la consulta para los pueblos diaguitas Chipasse Ta Ko, Ta Maricunga y Chipasse Ashpa, las cuales sufren “afectación temporal a sitio de significación cultural (…) por proximidad a las partes, obras y acciones del proyecto”.
En este contexto, la obra deberá solucionar este obstáculo para seguir con su planificación, como ya lo hizo anteriormente con las evaluaciones ambientales previas.