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14 años de Estadio Seguro: los hitos que gatillaron su cierre

Estadio Seguro

En más de una década los incidentes en los partidos de fútbol aumentaron significativamente, a pesar de que se implementó un plan para combatirlos.

Después de 14 años de funcionamiento, el Gobierno de Gabriel Boric le puso fin al Plan Estadio Seguro. Son varios los casos que demuestran que la estrategia de seguridad no cumplió su motivación inicial: disminuir la violencia en las barras de fútbol profesional.

El último caso, uno de los más graves durante este periodo, fue el reciente fallecimiento de dos hinchas de Colo Colo –una joven de 18 años y un niño de 12– en la previa del partido con Fortaleza de Brasil, por la Copa Libertadores.

Los jóvenes fueron aplastados por una reja de seguridad mientras un grupo de hinchas ingresaban ilegalmente la cancha. Las víctimas quedaron bajo este elemento de gran peso, y fueron aplastados. La investigación inicial apunta a un carro de Carabineros.

La muerte de los jóvenes hinchas fue la gota que rebalsó un vaso que venía llenándose desde hace mucho tiempo. En más de una ocasión los eventos deportivos terminaron con heridos, hinchas ingresando a la cancha, daños en los establecimientos y, lamentablemente, fallecidos.

Las críticas al Plan Estadio Seguro

El propio ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, mencionó el lunes por la mañana que Estadio Seguro se trató de “una iniciativa a la cual todos los gobiernos han puesto significativos empeños y, por distintos tipos de razones, algunas atribuibles al sistema sobre el cual funciona, este ha fracasado“.

El senador Matías Walker (Demócratas) señaló a Mala Espina que Estadio Seguro fue un plan “sin peso, sin atribuciones y sin especialistas en seguridad”.

El legislador, además, agregó que se debe crear una agencia nacional de seguridad en los estadios, que no operen políticos, sino con policías, y que se usen los avances tecnológicos, como la identificación biométrica o facial, para controlar el acceso en los eventos.

Además, la diputada Lorena Fries (FA), quien ingresó un proyecto de ley para aumentar las sanciones para los organizadores de eventos deportivos que expongan la seguridad de los asistentes, afirmó a Mala Espina que Estadio Seguro “no dio el ancho” y se debe reformular.

También la parlamentaria mencionó que “es un retroceso volver a dejar que los Carabineros ingresen a los estadios. Aquí hemos avanzado en regulación en materia de seguridad privada“.

Los policías, señala Fries, se requieren en los espacios públicos. “Además, si se produce un delito en el interior del estadio, los organizadores tienen la obligación de avisar esto a Carabineros y podrán entrar, como también frente a flagrancia”.

Fin de Estadio Seguro: los momentos clave

El primer año después de su implementación, ocurrió la primera muerte en el contexto de un evento futbolístico. A las afueras del estadio de El Teniente de Rancagua, en un encuentro entre O’Higgins y Colo Colo, un hincha albo mató a otra persona de su mismo club. Ese caso fue uno de los puntos cúlmine de las rencillas internas de las barras bravas de ese momento.

En 2013 se vivieron dos situaciones particularmente graves. Primero, en mayo se suspendió un partido de Colo Colo con Audax Italiano después que hinchas albos lanzaron bombas de ruido al campo de juego.

Después, en octubre, barristas de la Universidad de Chile agredieron a Fernando Meneses, jugador de Universidad Católica, con un rollo de papel lanzado desde las gradas, lo cual obligó a suspender el partido.

Al pasar el tiempo la violencia no desapareció de los estadios. En agosto de 2014 también se registró un enfrentamiento entre la barra de Colo Colo y Carabineros (en un partido contra Barnechea), donde se lanzó una caseta por las escaleras del Estadio Nacional.

2015 también fue un año difícil para Estadio Seguro. En mayo la Universidad de Chile tuvo enfrentamientos con la policía en un partido contra Rangers, donde hubo graves destrozos.

Además, antes de terminar el año, hinchas de Colo Colo y Santiago Wanderers se enfrentaron dentro del estadio Playa Ancha de Valparaíso en la fecha final de torneo de Apertura. El resultado fue una persona baleada, decenas de heridos y el partido suspendido.

Una implementación que solo empeoró con el tiempo

En febrero de 2024 Interferencia recogió datos del Gobierno que revelan que en 2016 la cifra de incidentes por partido era de 0,04, mientras que en 2023 alcanzó los 0,23. Por tanto, después de más de una década de su implementación, la violencia en los estadios solo aumentó.

En 2024 se aprobó una reforma al plan, aunque no fue suficiente para detener los hechos de violencia.

Durante ese tiempo –2016 a 2023– fueron varios los episodios que mostraron la ineficacia del plan. En pleno estallido social, barristas de Coquimbo Unido entraron con un lienzo a la cancha que decía “calles con sangre, canchas sin futbol”, sin ninguna contención que lograra detener la invasión.

En este mismo contexto, en enero de 2020, un carabinero atropelló a Jorge Mora, “el Neco”, en las afueras del Estadio Monumental, en medio de una jornada de manifestaciones. Un hecho que recordaron varios hinchas colocolinos en la fatídica jornada de la semana pasada.

En 2021 hinchas azules agredieron a jugadores de su propio club, sin que los guardias dieran una respuesta. Dos años más tarde, durante el clásico universitario, las barras se enfrentaron y generaron destrozos en el estadio.

En febrero de 2024, los barristas de Colo Colo quemaron parte del memorial de los Detenidos Desaparecidos del Estadio Nacional. Una acción similar realizaron barrista de la Universidad de Chile en agosto en el mismo sitio histórico.

El último incidente –antes de la muerte de los dos jóvenes colocolinos– fue este 2025, cuando hinchas de Iquique ingresaron a la cancha y amenazaron a jugadores de su propio equipo.

Una de las críticas más comunes a Estadio Seguro es por las pocas sanciones individuales que se cursaron para los responsables de los hechos, como sí sucedió para los clubes y sus públicos asistentes.

Los seis jefes de Estadio Seguro

Matías Eguiguren (2011-2012)

La primera persona que le tocó dirigir este Plan fue Matías Eguiguren, un asesor del Ministerio del Interior hasta ese momento, quien era ingeniero comercial con experiencia empresarial. Su paso fue uno de los más breves, y pronto el Gobierno lo cambió por Cristian Barra.

Cristián Barra (2012-2014)

Barra enfrentó lo peor del primer Gobierno de Sebastián Piñera, principalmente de la mano de la barra de Colo Colo, y dos de sus graves enfrentamiento con Carabineros. Fue uno de los primeros que recibió críticas por el aumento de incidentes en los partidos, y también instaló el polémico Sistema de Control de Acceso Móvil que presentaba un porcentaje de error de entre 25% y 30%.

José Roa (2014-2018)

El ex director del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) se encargó del Plan durante todo el segundo Gobierno de Michelle Bachelet. Durante su administración fue la grave pelea entre hinchas de Colo Colo y Wanderers y se enfrentó a serias críticas por el aumento de la violencia en su gestión.

Andrés Otero (2018)

Después le siguió el periodista deportivo, quien fue designado por Sebastián Piñera. Estuvo poco tiempo en el cargo. Este, como el ministro Cordero, afirmó esta semana que el plan fracasó y necesita una refundación.

Cristóbal Lladser (2019-2022)

El siguiente director enfrentó las consecuencias del estallido social, donde hubo jornadas importantes de protesta en los estadios, como en el caso de Coquimbo Unido. También era jefe cuando ocurrió la muerte de “Neco” en las afueras del estadio Monumental. Aunque más adelante estuvo en un periodo de pandemia, donde se detuvieron los eventos presenciales.

Pamela Venegas (2022-2025)

La última jefa fue Pamela Venegas, designada por este gobierno y quien lideró Estadio Seguro hasta la muerte de los dos barristas de Colo Colo, hecho que gatilló su renuncia.

Los factores determinantes para el fin de Estadio Seguro

Tanto las autoridades como los expertos en el tema concuerdan en un punto: Estadio Seguro fracasó.

Para el director (s) del departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Universidad de Santiago, doctor Rodrigo Soto, “uno de los principales errores fue el enfoque excesivamente policial y punitivo con el que se presentó en sociedad el plan”.

Además, cuestionó también que este plan se originó como “reacción a los hechos de violencia, sin que fuera el resultado de un diagnóstico”.

Esto, señala, generó que se asumiera que la solución “era aumentar el control, la vigilancia o hacer aún más fuerte las sanciones, pero se dejó de lado la prevención, la educación y la corresponsabilidad entre actores“.

En este sentido, afirma que el plan se “enfocó en controlar los síntomas más que en el problema de raíz“.

Asimismo, señaló que “la falta de una estructura organizacional sólida” fue otro de los problemas de Estadio Seguro. Según afirma Soto, el plan no contó ni con mucho presupuesto, autonomía, o poder de decisión, lo que terminó con una “débil gobernanza” de las autoridades a cargo.

“Existe un mayor poder de organización o de control territorial”: la evolución de las barras en los últimos años

El experto de la USACH comenta que en las últimas cuatro décadas “el contexto de las barras ha ido cambiando (…) podemos decir que existe un mayor poder de organización o de control territorial“.

Esto, explica Soto, “ha generado que varias expresiones más festivas de las barras hayan sido cooptadas por intereses delictuales o del narcotráfico derechamente”.

“El Estado no ha ofrecido otra lógica para vincularse con las hinchadas o barras de fútbol que declarar ilegales a quienes estén en estas agrupaciones y que son potencialmente delincuentes“, acusó el experto.

Por tanto, “si no está el Estado ofreciendo planes culturales, escuelas deportivas o ese tipo de de iniciativas públicas para captar el interés de jóvenes, quienes sí lo hacen son las organizaciones que están basadas en en actos delictuales“.

Para él, hubiese mejorado este plan invertir en los clubes para “profesionalizar la figura de sus guardias de seguridad, para que tuvieran competencias para controlar los estadios“.

“También nos queda la señal de que existe un tema en inversión en infraestructura también“, afirma Soto, recordando los incidentes de la jornada donde fallecieron los dos hinchas colocolinos.

El experto señala que ahora se debería “convocar una mesa nacional por la seguridad deportiva“, con Seguridad Pública, Deporte, la ANFP, la academia, deportistas, los clubes y la sociedad civil.