A los 99 años murió Lucía Hiriart, viuda de Augusto Pinochet, quien gobernó Chile por medio de una dictadura durante 17 años.

En Mala Espina te contamos de su vida, con información del libro Doña Lucía (Alejandra Matus) y distintos artículos de prensa.

¿Quién es Lucía Hiriart?

Lucía Hiriart era la viuda del exdictador Augusto Pinochet, y para muchos fue la encargada del ascenso de Pinochet al poder, además de figura consolidada en la dictadura.

Nació en Antofagasta en 1923, su padre fue Osvaldo Hiriart abogado, senador y militante del Partido Radical y su madre Lucía Rodríguez, era una moderna y ferviente católica, ambos descendientes de familias acomodadas.

La mayor de cuatro hermanos, en el año 1940 en el que su padre seguía como senador, se trasladaron desde el norte a vivir a La Cisterna, ahí Lucía ingresó al Liceo de San Bernardo.

Según se detalla, sus amigas de la época eran las hijas del gobernador de la comuna de San Bernardo e incluso Hiriart en una ocasión fue la reina del liceo.

En su curriculum oficial, ella señala cursos en educación de párvulo posteriores a la enseñanza media, pero no hay indicios del lugar ni los resultados.

Conocida por sus excentricidades y exigentes gustos, entre los que destacan su obsesión por los zapatos, las firmas nacionales le mandaban muestras y los modelos que le gustaban, no podían comercializarse hasta el año siguiente en el país.

Su relación con Augusto Pinochet

Según la información disponible, Augusto Pinochet se habría interesado por Hiriart tras una llamada al Regimiento Maipo en donde él se encontraba.

Un año más tarde en una junta en la casa del gobernador se habrían puesto en mayor contacto y posteriormente mantener una relación a distancia, ya que Pinochet estaba en la Escuela Militar.

El Mercurio publicó la noticia de su compromiso en 1942: “Señorita Lucía Hiriart Rodríguez cuyo matrimonio con el Teniente de Ejército don Augusto Pinochet Ugarte ha quedado concertado el día de ayer en Santiago”.

Si bien había cierto recelo de la familia Hiriart por la decisión, debido a la situación económica y social de la familia, en 1943 se casaron tanto por el civil y la iglesia, teniendo cinco hijos en común.

Su poder en la dictadura

Ella fue una de las personas que más influyó en Pinochet para la decisión de realizar el golpe de Estado, esto él mismo lo habría afirmado.

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En el libro Doña Lucía se destaca el poder que había obtenido en el cambio de década (1980), logrando consolidar su poder y satisfaciendo sus caprichos.

De hecho según se narra, la “primera dama”, se le debía decir Señora Lucía Hiriart, lo de señora era una obligación, ya que decirle Lucía a secas estaba prohibido.

Era tal su influencia que incluso se le asignó una zona en el ala sur oriente del palacio de La Moneda, que decoró a su antojo y tenía hasta una zona privada de descanso.

La acompañó su jefa de gabinete, dos secretarias, una asistente social y la encargada de prensa, otras personas de su círculo eran su peluquera-maquilladora, fotógrafo personal y otros asistentes que se encargaban de su imagen y de asistirla con la elección del vestuario.

Su rol en Cema Chile

CEMA CHILE fue una fundación creada originalmente en 1954 por la esposa del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, Graciela Letelier de Ibáñez.

Su primer nombre fue Fundación Graciela Letelier de Ibáñez “Ropero del Pueblo”. Y el principal objetivo era entregar un mayor bienestar material y espiritual a las familias chilenas, con especial foco en las mujeres, niños y la clase obrera.

Sin embargo, hubo varios cambios a través de los años. En 1958 los estatutos cambiaron y pasó a ser una institución privada, la cual debía ser presidida únicamente por la esposa del Presidente de la República.

Fue en 1974 cuando Lucía Hiriart llegó a CEMA tras el Golpe de Estado. 

Ese mismo año, Hiriart junto a las otras esposas de la Junta Militar, le cambiaron el nombre a la fundación por el que ahora figura.

Contó con múltiples sedes a lo largo de Chile donde las mujeres se reunían, entre otras cosas, para hacer artesanías. Que posteriormente vendían en el extranjero o eran compradas por el mismo gobierno militar.

Esas sedes fueron donadas por el Fisco, con la firma de Augusto Pinochet, y diversas instituciones privadas.

En 1981, bajo el mandato de Lucía Hiriart, cambiaron nuevamente los estatutos. Donde se indicó que quien presidiría la fundación sería únicamente la cónyuge del Comandante en Jefe del Ejército.  

Dejando así en el cargo por otros años más a Lucía e impidiendo que tras la vuelta a la democracia CEMA pasara a manos de la esposa de Patricio Aylwyn.

Pero a la esposa de Pinochet no le bastó con esto, ya que en 1990 realizó otros cambios para ampliar su poder dentro de la fundación. 

Finalmente, en 1996 logró la perpetuidad en el cargo. Según una investigación realizada por CIPER, el 27 de diciembre de ese año la presidenta nacional de CEMA Chile sería la voluntaria que “haya ocupado el cargo anteriormente o el de vicepresidenta anteriormente por más de 10 años, pudiendo ser reelegida cada cuatro años”.

La venta de los inmuebles donados por el Fisco

Tras la vuelta a la democracia, la muerte de Augusto Pinochet y el conocimiento público del Caso Riggs, donde se investigó el millonario patrimonio de la familia Pinochet, las propiedades y el dinero de CEMA salieron a la luz.

La Fundación ya no funcionaba como en sus orígenes. Durante los años a cargo de Lucía Hiriart se transformó en una inmobiliaria que vendía las propiedades entregadas por el Fisco.

De acuerdo a la información obtenida por Canal Trece el 2016, la fundación recibió por parte del Fisco al menos 236 propiedades gratis.

Y se identificaron al menos 137 operaciones en las que Cema vendió algunas de estas propiedades, obteniendo más de $8.909 millones por ellas.

Finalmente, ese mismo año, Lucía Hiriart renunció a la presidencia de Cema Chile. Y a la presidencia de su fundación hermana Apoyo Social (FAS).

La cual fue creada por Hiriart, su hermana Tatiana y las tres hijas del matrimonio Pinochet-Hiriart.

Cabe destacar que en 1997 por un decreto del Ministerio de Justicia, si Cema se disolvía o su personalidad jurídica era cancelada por parte del Gobierno, los bienes y activos de la fundación pasarían en partes iguales a FAS y a la Corporación de Damas de la Defensa Nacional.

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